Elim Alonso/El Tiempo GDA
Expertos señalan que entre los tipos de leucemia, la Linfocítica Crónica (LLC) es la más prevalenteen países occidentales.

Según el Cancer Center de la Universidad de Navarra, “la leucemia linfática crónica es la leucemia más frecuente en los países occidentales, suponiendo el 30% de todas las leucemias. Afecta sobre todo a personas de sexo masculino por encima de 60 años, aumentando la incidencia conforme aumenta la edad”.

La LLC es un tipo de cáncer que afecta a los glóbulos blancos de la sangre, específicamente a un tipo llamado linfocitos. Los linfocitos son parte del sistema inmunológico, que es el encargado de defender nuestro cuerpo contra infecciones y enfermedades. En condiciones normales, los linfocitos se producen en la médula ósea, y luego pasan a la sangre. Estos linfocitos tienen un ciclo de vida, lo que significa que nacen, cumplen su función y eventualmente mueren para ser reemplazados por nuevos linfocitos.

Sin embargo, en la LLC, los linfocitos se vuelven cancerosos y empiezan a crecer de manera descontrolada. En lugar de morir cuando deberían, se acumulan en la sangre y la médula ósea. Cuando los linfocitos cancerosos desplazan a las células normales de la sangre, se presentan problemas como infecciones frecuentes, anemia (falta de glóbulos rojos) y problemas de coagulación.

Aunque la LLC generalmente progresa de manera lenta, su evolución puede variar, y algunas personas pueden no experimentar síntomas durante muchos años. Se puede realizar un diagnóstico temprano a través de análisis de sangre y exámenes médicos, ya que esto permite un manejo más efectivo de la enfermedad y una mejor calidad de vida para los pacientes.

El Cancer Center indica que en muchos casos la enfermedad pasa desapercibida, ya que el paciente no presenta síntomas, por lo que es detectada al realizar análisis de rutina, como un hemograma. Cabe señalar que la enfermedad compromete a los linfocitos B en el 95% de los casos.

Sin embargo, quienes tienen síntomas presentan fiebre, ganglios aumentados de tamaño (adenopatías), cansancio (astenia) y/o infecciones frecuentes, como neumonías, herpes zoster.

“En la Leucemia Linfocítica Crónica, estar atento a los signos de alerta es crucial. Síntomas como fatiga persistente, infecciones frecuentes, ganglios linfáticos inflamados, o moretones y sangrados fáciles, pueden ser indicativos de un problema subyacente. Aunque estos síntomas pueden parecer comunes, no deben ser ignorados, especialmente en personas mayores de 60 años. Reconocer estos signos y buscar atención médica oportuna puede marcar la diferencia entre un diagnóstico temprano y la progresión de la enfermedad”, indicó Irina Zamora Líder de Oncología de AstraZeneca.