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Los adolescentes que enfrentan problemas de salud mental, como ansiedad y depresión, son más propensos a recurrir a productos que contienen nicotina, especialmente vapeadores (también conocidos como cigarrillos electrónicos), según muestra un nuevo estudio publicado en la revista científica Nicotine and Tobacco Research.

Los investigadores descubrieron que la adicción comienza temprano: el 87 % de los fumadores informan que su primer uso de productos de tabaco ocurrió antes de cumplir los 18 años. Además, la mayoría de ellos llevó esta adicción hasta la edad adulta.

Anteriormente, otras investigaciones ya habían establecido un vínculo entre el tabaquismo y la salud mental. Esta conexión es especialmente común en adolescentes, quienes son más vulnerables a esta combinación debido a los cambios fisiológicos, psicosociales y emocionales que ocurren durante esta etapa del desarrollo.

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"Los síntomas de salud mental internalizados son altamente prevalentes entre los adolescentes, pero rara vez se diagnostican o tratan hasta la edad adulta. Estos individuos no tratados corren el riesgo de sufrir resultados adversos, como suicidio, así como el uso de sustancias y tabaco, que son responsables en gran medida de una esperanza de vida 25 años más corta en comparación con sus pares", afirma Emily Hackworth, investigadora del Masonic Cancer Center de la Universidad de Minnesota, en un comunicado.

Según los hallazgos del equipo de Hackworth, la pandemia y sus consecuencias probablemente jugaron un papel en esta relación.

"Lo que sabemos es que estas tendencias están impulsadas en gran medida por el uso de cigarrillos electrónicos. Por lo tanto, los esfuerzos para reducir el uso de cigarrillos electrónicos entre los jóvenes podrían considerar enfatizar su relación con la salud mental", escriben los autores.

Para el estudio, se analizaron datos de 80.000 de 16 a 19 años de Canadá, Inglaterra y Estados Unidos entre 2020 y 2023. La información se recopiló de la Encuesta Internacional de Control del Tabaco, Adolescentes, Tabaco y Vapeo, que examinó comportamientos y síntomas.

"Los esfuerzos para promover el uso de cigarrillos electrónicos como una alternativa menos dañina al tabaquismo deben ser conscientes de la asociación entre el vapeo y la salud mental de los jóvenes", concluyen.

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Una investigación reciente mostró que las concentraciones de nicotina en el organismo de personas que usaron cigarrillos electrónicos durante un año pueden llegar a ser hasta seis veces superiores a las de personas que fumaron 20 cigarrillos al día (un paquete) durante aproximadamente 25 años.

Los resultados, obtenidos a través de una colaboración entre el Incor, la Vigilancia Sanitaria del Estado de São Paulo y el Laboratorio de Toxicología de la Red Premium de Equipamientos Multiusuarios de la FMUSP, también indican que entre los usuarios de vapeadores que afirmaron no sentir dependencia, la media de nicotina en el organismo fue de 138 nanogramos por ml.

En cambio, entre aquellos que afirmaron sentir una alta dependencia de estos dispositivos, la media fue de 435 nanogramos por ml. Entre estos usuarios con mayor dependencia, 49 tenían niveles de nicotina superiores a 400 nanogramos por ml, siendo 4800 el nivel más alto observado.