Los beneficios de un descanso de calidad y por qué es fundamental para el buen funcionamiento del organismo

El sueño desempeña un rol fundamental en la recuperación del cuerpo y el cerebro del estrés diario, así como es esencial para equilibrar las emociones y promover un estado mental saludable.

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Mujer descansa en una habitación a oscuras.
Foto: Pexels.

El Universal/GDA
El buen descanso nocturno es un componente esencial para la salud física y mental de las personas. Favorecer a la recuperación muscular y la consolidación de la memoria son algunos de los beneficios que trae tener un descanso de calidad. Esto se debe a que el organismo, mientras descansamos, se embarca en una serie de procesos fundamentales para el buen funcionamiento del organismo.

El doctor Mario Alonso Puig señala que el sueño desempeña un papel fundamental en la recuperación del cuerpo y el cerebro del estrés diario. Durante las horas de descanso, las células, los tejidos y los músculos se reparan, preparándose para enfrentar un nuevo día. Esta restauración es esencial para mantener un estado óptimo de salud y bienestar.

Mujer durmiendo
Mujer durmiendo.
Foto: Freepik.

El proceso de sueño también está vinculado a la mejora de la memoria y el rendimiento cognitivo. Durante las fases de Movimiento Rápido de los Ojos (REM), el cerebro consolida la información aprendida durante el día, contribuyendo al fortalecimiento de la memoria y facilitando el procesamiento emocional.

La calidad del sueño impacta directamente en la salud emocional. Noches de descanso insuficiente pueden resultar en niveles elevados de estrés e irritabilidad. Mantener un patrón de sueño adecuado es esencial para equilibrar las emociones y promover un estado mental saludable.

Un buen patrón de sueño contribuye significativamente al equilibrio hormonal. Durante las etapas de sueño profundo, se liberan hormonas clave cuya función clave es regular el apetito, como la grelina y la leptina. Esto no solo afecta la sensación de saciedad, sino que también puede influir en la regulación del peso corporal.

El sueño se divide en cuatro etapas, cada una con funciones específicas:

  1. Etapa 1 - Sueño no REM: Inicia el sueño ligero, con ondas cerebrales, ritmo cardíaco y movimientos oculares ralentizándose.
  2. Etapa 2 - Sueño no REM: Se encuentra entre el sueño ligero y profundo, con disminución de la temperatura corporal y relajación de músculos y ritmo cardíaco.
  3. Etapa 3 - Sueño no REM: Comienza el sueño profundo, con ondas cerebrales más lentas. Se lleva a cabo la reparación de energía y la regeneración celular.
  4. Etapa 4 - Sueño REM: Inicia después de 90 minutos, con movimientos oculares, aumento de ondas cerebrales, ritmo cardíaco y respiración. Contribuye a la consolidación de la memoria y el procesamiento emocional.

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