El Tiempo/GDA
En una serie de estudios, investigadores de la Universidad de California San Francisco (UCSF) y la Universidad de Queensland identificaron un factor sanguíneo común que está detrás de los efectos beneficiosos de la transfusión de sangre joven, la hormona de la longevidad klotho y el ejercicio en la mejora cognitiva.

Las tres investigaciones, publicadas en las revistas 'Nature', 'Nature Aging' y 'Nature Communications', revelan que el factor plaquetario 4 (PF4), producido por las plaquetas en la sangre, actúa como el mensajero clave en cada una de estas intervenciones.

El PF4, conocido por su papel en la alerta al sistema inmunitario en caso de heridas y coagulación sanguínea, resulta también ser un potenciador cognitivo, de acuerdo con los estudios. Los ratones viejos tratados con este factor recuperaron habilidades cognitivas similares a las de la mediana edad, mientras que los ratones jóvenes mostraron un aumento en su inteligencia bajo la influencia de esta molécula.

Saul Villeda, director asociado del Instituto de Investigación del Envejecimiento Bakar de la UCSF y autor principal de uno de los estudios, explicó: "La sangre joven, el klotho y el ejercicio pueden, de alguna manera, decirle a tu cerebro: 'Eh, mejora tu función'. Con PF4, estamos empezando a entender el vocabulario que hay detrás de este rejuvenecimiento".

Villeda dirigió el estudio sobre la sangre joven, mientras que la doctora Dena Dubal y Tara Walker dirigieron los trabajos sobre el klotho y el ejercicio, respectivamente.

Los tres equipos de investigación se comprometieron a publicar sus hallazgos simultáneamente para presentar el PF4 desde distintos enfoques. Los resultados demuestran cómo intervenciones independientes convergen en el factor plaquetario, destacando su importancia en la salud cerebral y la función cognitiva.

El PF4 demostró rejuvenecer el sistema inmunitario envejecido, disminuyendo la inflamación y aumentando la plasticidad cerebral. En palabras de Dubal: "El PF4 hace que el sistema inmunitario parezca más joven, lo que conduce a un cerebro con menos inflamación, más plasticidad y, finalmente, más cognición".

Además de sus efectos positivos en el cerebro, este factor también mostró ser prometedor en la mejora de la memoria y el aprendizaje. Los investigadores enfatizan que este descubrimiento podría tener implicaciones significativas en el tratamiento de la disfunción cognitiva relacionada con la edad.

En última instancia, estos hallazgos abren nuevas perspectivas para abordar los problemas biomédicos relacionados con la cognición y el envejecimiento. Walker señala que, dado que no todos pueden participar en actividad física, la intervención farmacológica centrada en el PF4 podría ser una opción valiosa para contrarrestar el deterioro cognitivo relacionado con la edad.

"Para muchas personas con problemas de salud, movilidad o edad avanzada, el ejercicio no es posible, por lo que la intervención farmacológica es un campo de investigación importante. Ahora podemos dirigirnos a las plaquetas para fomentar la neurogénesis, mejorar la cognición y contrarrestar el deterioro cognitivo relacionado con la edad", concluyó Walker.