O Globo - GDA
Una investigación mostró de manera inédita que la herencia del aumento de peso se extiende hasta la vida adulta. Los adultos de mediana edad tienen más riesgo de ser obesos si sus padres tuvieron obesidad en la misma etapa de la vida, según un nuevo estudio.
Según los resultados de la investigación, cuando el padre y la madre tenían obesidad entre los 40 y 59 años, sus hijos tenían seis veces más probabilidades de estar en la categoría de índice de masa corporal (IMC) al llegar a esa franja etaria. Cuando solo la madre vivía con obesidad, ese riesgo aumentaba 3,44 veces. En el caso del padre, el factor multiplicador fue de 3,74.
Las evidencias de que los hijos de padres con obesidad tienen más riesgo de seguir el mismo camino ya venían acumulándose, pero hasta ahora esta probabilidad no había sido monitoreada hasta la vida adulta.
"Los genes juegan un papel importante en nuestra susceptibilidad al aumento de peso e influyen en cómo respondemos a entornos obesogénicos, donde es fácil comer de manera no saludable", afirmó una de las autoras del estudio, la investigadora Mari Mikkelsen, de la Universidad de Tromsø, al DailyMail.
Lo que se come en casa
Según ella, estudios anteriores ya habían observado la tendencia en los niños a adoptar patrones de dieta y ejercicio similares a los de sus padres cuando vivían juntos, lo que se reflejaba en IMCs cercanos. Pero los científicos creían que a partir de la adolescencia estos parámetros tomaban un camino individual, que perduraba en la vida adulta.
"Ahora hemos descubierto que esto sucede: los niños cuyos padres vivían con obesidad tienen muchas más probabilidades de también ser obesos en sus 40 o 50 años, mucho tiempo después de dejar el hogar familiar", concluyó.
Para los investigadores, aún no ha sido posible determinar si el fenómeno es resultado de genes que inducen al aumento de peso, factores ambientales o una combinación de ambos.
"Sea cual sea la explicación, nuestro descubrimiento de que la obesidad transmitida entre generaciones puede persistir hasta la vida adulta resalta la importancia de tratar y prevenir la condición, que contribuye significativamente a la salud deteriorada y la muerte prematura. También proporciona la base para investigaciones adicionales sobre los factores que influyen en la transmisión intergeneracional de la obesidad y cómo podemos actuar para prevenir que los hijos pasen toda la vida afectados por la obesidad", defendió Mikkelsen.
El estudio, que aún no ha sido revisado por pares, será presentado en el Congreso Europeo de Obesidad en Venecia, Italia.