La Nación/GDA
Los perros son una de las mascotas más especiales y, como tal, son animales muy inteligentes, capaces de interpretar los gestos de los seres humanos. Según su raza o características, hay algunos que ante desconocidos siempre van a demostrar su disgusto, hay otros que siempre se muestran simpáticos, pero existe un grupo que es más selectivo a la hora de confiar. En este sentido, un estudio reveló que estos animales cambian de comportamiento según la fiabilidad que le da una persona.
Un grupo de expertos del Departamento de Psicología de la Universidad Rissho elaboró una investigación que tuvo tres fases, llamado “¿Los perros siguen señales de comportamiento de un humano poco confiable?”. En el mismo, se probaron a los perros domésticos en una tarea de elección de objetos; la actividad, que formó parte del experimento 1, consistía en elegir el recipiente que tenía escondido un trozo de comida dentro.
- En la primera fase, un voluntario señaló el recipiente con cebo, mientras que el segundo recipiente estaba vacío.
- En la segunda fase, después de mostrar el contenido de ambos recipientes a los perros, el voluntario señaló el recipiente vacío.
- En la tercera fase, se repitió la primera fase, pero se cambió al voluntario.
- El resultado demostró que la mayoría de los animales siguieron el gesto de la fase 1, y lo hicieron en menor medida en la fase 3.
Por otro lado, se realizó un estudio que consistió en la observación. A los voluntarios se le pidió que actuaran de diversas maneras con los dueños de los animales y, en este sentido, los que fueron maltratados rápidamente contaron con la defensa de sus mascotas, lo que evidenció la lealtad hacia sus dueños.
Al finalizar todo el estudio, los resultados señalaron que los perros son hábiles para comprender los gestos de señalar de los humanos, pero también hacen “inferencias sobre la fiabilidad de un humano que presenta señales y, en consecuencia, modifican su comportamiento de manera flexible dependiendo de la inferencia”.
De este modo, los investigadores detallaron: “Los perros no solo pueden tomar la perspectiva espacial de los humanos, sino que también pueden distinguir entre humanos confiables y no confiables, e inferir relaciones que los hacen seguir o ignorar sus directivas”.
Todo este estudio reafirmó la incondicionalidad que tienen los canes con sus dueños a pesar de que no hablen el mismo idioma. Pero además, son capaces de modificar su comportamiento de manera flexible dependiendo a quién tengan delante de sus hocicos.