Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las enfermedades bucodentales representan una importante carga para el sector de la salud, pese a ser en su mayoría prevenibles, Asimismo, afectan a la población durante su vida, generando dolor, molestias, deformaciones e incluso la muerte. Por ello, es fundamental tomar en cuenta los múltiples factores que influyen en nuestra salud bucal, como el cuidado del cepillo de dientes.
Los cepillos de dientes son una herramienta esencial para la higiene bucal diaria, pero también pueden ser una potencial fuente de infecciones si no se cuidan correctamente. De acuerdo con un estudio publicado por la Sociedad de Microbiología Americana, hasta un 60% de los cepillos de dientes podrían estar contaminados por distintos gérmenes y bacterias.
Seis consejos para el cuidado de tu cepillo de dientes
Cambiar tu cepillo dental cada 2-3 meses: Cuando se muestran evidencias de que el cepillo de dientes se encuentra desgastado, es necesario reemplazarlo por uno nuevo. Esto se debe a que, además de no cumplir con su función de limpieza mecánica, puede causar lesiones orales. Usualmente, este desgaste se puede producir cada 2 o 3 meses. Sin embargo, en algunos casos, es posible que se pueda observar luego de un mes de uso.
Remover el exceso de agua luego de culminar el cepillado: Puede prevenir la aparición de hongos, así como de bacterias, los cuales pueden ser perjudiciales para la salud bucal y, en consecuencia, la salud general. De la misma manera, es importante mantener el cepillo en un ambiente seco, evitando la humedad lo más posible.
Consultar al odontólogo cuál es el cepillo y la técnica de cepillado más indicada: Dependiendo del grado de sensibilidad dental, si se tiene brackets o si se ha pasado por un procedimiento quirúrgico, tanto el tipo de cepillo como la forma de cepillarse los dientes variará. También es importante considerar la fuerza del cepillado, debido a que, en algunos casos, el aplicar demasiada fuerza sobre los dientes puede causar abrasión dental o desgaste mecánico de los cuellos dentales. Como consecuencia, se perderá progresivamente el esmalte dental y se generará mayor sensibilidad bucal.
Complementar tu cepillado con una pasta dental con la suficiente cantidad de flúor, así como con el uso de hilo dental: La FDI (Federación Dental Internacional) recomienda el uso de pastas dentales con una cantidad entre las 1000 a 1500 ppm (partes por millón) de flúor para la prevención de la aparición de caries. Esta cantidad puede ser comprobada en las especificaciones químicas de las pastas dentales (usualmente encontradas en la caja). Asimismo, es necesario el uso del hilo dental para realizar una correcta limpieza interdental, es decir entre los dientes, donde no puede llegar las cerdas del cepillo.
Nunca compartir el cepillo de dientes con nadie más: El cepillo de dientes debe ser personal siempre. Compartir el cepillo dental con otra persona puede propiciar el contagio de enfermedades infecciosas, algo particularmente peligroso en las personas que experimentan inmunodepresión. Esto no debe realizarse ni entre miembros de una misma familia, ya que la transmisión vertical de caries de padres a hijos puede suscitarse, además de otro tipo de enfermedades.
Evitar los cepillos de dientes de bambú y la pasta dental de carbón: A pesar de estar en tendencia, los cepillos de bambú no suelen contar con las cerdas adecuadas. De la misma manera, la madera puede ser lesiva para la salud bucodental.
¿Cómo eliminar las bacterias de mi cepillo dental?
Un reciente estudio realizado en DENTAID Research Center y publicado en la revista International Journal of Dental Hygiene, pone de manifiesto la eficacia de la clorhexidina (CHX) y del cloruro de cetilpiridinio (CPC) en la reducción de microorganismos.
En este estudio se demuestra la eficacia antiséptica de la CHX 0,05% + CPC al 0,05% en la reducción de un gran número de bacterias. Tras sumergir los cabezales de cepillos, utilizados durante dos semanas, en 15 ml de CHX al 0,05% + CPC al 0,05%, durante dos horas, causa una reducción significativa del porcentaje de bacterias vivas presentes entre los filamentos del cepillo.
“Puesto que entre dichas bacterias se pueden encontrar patógenos, disminuir su número no solo reduce la probabilidad de infección, sino también disminuye el riesgo de transmisión de éstos patógenos a otros miembros que conviven en el mismo hogar. O incluso en caso de sufrir ciertas enfermedades infecciosas de transmisión oral, la renovación del cepillo podría acelerar la recuperación de la persona”, indica el Dr. Gerard Álvarez, uno de los autores del estudio.
Estos resultados nos hacen tomar consciencia de la importancia de mantener una buena higiene bucal diaria para ayudar a controlar el acúmulo de millones de bacterias que se encuentran en la cavidad bucal, evitando así posibles complicaciones a nivel bucal y sistémico. Llevar a cabo una buena rutina de higiene diaria ayudará a proteger la salud dental y a prevenir posibles enfermedades, puesto que cualquier afectación en la cavidad bucal podría tener consecuencias en la salud general.
(Por Isabella Jugo, El Comercio - GDA)