Redacción El País
Los restos de café, que normalmente terminan en la basura, pueden convertirse en un aliado versátil para el hogar y el jardín. Más allá de su uso como infusión, estos residuos ofrecen soluciones prácticas, ecológicas y económicas.
- Elimina malos olores
Gracias a su capacidad absorbente, los restos de café neutralizan olores desagradables en neveras, armarios o cubos de basura. Basta con colocarlos en un recipiente abierto. Además, frotarlos entre las manos ayuda a eliminar el olor a ajo o pescado después de cocinar.
- Repara rayones en muebles de madera
Para disimular arañazos en superficies oscuras, aplica un poco de café molido con un hisopo y retíralo con un paño seco. El tono oscuro del café ayuda a camuflar las imperfecciones.

- Ahuyenta insectos
Su aroma y textura actúan como repelente natural contra hormigas, caracoles e incluso mosquitos. Espolvorea los restos de café en zonas de entrada o alrededor de plantas para mantener las plagas alejadas.
- Se pueden hacer velas aromáticas caseras
Mezclados con cera derretida, se pueden hacer velas artesanales, añadiendo color, textura y un suave aroma a café.
- Fertiliza y mejora la tierra del jardín
Ricos en nitrógeno y fósforo, los restos de café enriquecen el suelo, mejoran su estructura y favorecen el drenaje. Espárcelos alrededor de las plantas o incorpóralos al compost.
- Exfoliante natural para piel y cabello
Mezclado con aceite de coco o agua, el café molido actúa como un exfoliante que remueve células muertas y estimula la circulación. También puede usarse como enjuague capilar para dar brillo a cabellos oscuros.

- Limpia ollas y sartenes difíciles
Su textura abrasiva (pero no dañina) ayuda a eliminar residuos pegados en utensilios de cocina sin rayar superficies. Úsalo como un limpiador natural para ollas y bandejas.