La Nación / GDA
El magnesio, un gigante silencioso de la salud. A menudo subestimado, este mineral desempeña un papel vital en innumerables funciones corporales. Desde fortalecer tus huesos y músculos hasta mantener tu corazón sano, el magnesio es un aliado indispensable. Pero, ¿cómo saber si estás obteniendo suficiente? Presta atención a las señales que tu cuerpo te envía.

Según los expertos, existen algunos síntomas que pueden ayudarte a detectar cuándo necesitas empezar a agregar más magnesio a tu dieta.

La deficiencia de magnesio o hipomagnesemia ocurre cuando las personas tienen niveles de magnesio en la sangre inferiores a los normales. La afección puede tener diversas causas.

Entre ellas se incluyen:

• consumo de alcohol
• quemaduras que afectan una gran zona del cuerpo
• diarrea crónica
• micción excesiva
• trastornos tubulares renales
• síndromes de malabsorción como la enfermedad celíaca
• enfermedad inflamatoria intestinal
• desnutrición
• sudoración excesiva.

Cuando esto ocurre, según la web especializada Medline Plus, aparecen varios síntomas que alertan al organismo de esta situación.

Debido a las graves consecuencias que puede tener la falta de magnesio en tu salud, es importante prestar atención a las señales de tu cuerpo. Uno de los síntomas claros de una deficiencia de este mineral es la aparición frecuente de espasmos o calambres musculares, especialmente en la región de las piernas.

Otra señal de alerta en estos casos es la dificultad para dormir y, en consecuencia, el cansancio constante

Los niveles bajos de magnesio en la sangre también pueden causar hormigueo en las manos y los pies y debilidad muscular en diversas zonas del cuerpo. Si experimentas alguna de estas dificultades lo mejor es consultar con un profesional de la salud que podrá determinar las causas de los problemas e iniciar el tratamiento correspondiente.

La deficiencia prolongada de magnesio en la sangre puede provocar enfermedades cardiovasculares, trastornos metabólicos y mayores niveles de estrés y ansiedad. Por ello, se recomienda prestar atención a las señales y al organismo y asegurar una ingesta diaria de alimentos ricos en magnesio. Según un estudio publicado en los Institutos Nacionales de Salud, algunos de ellos son: la leche, el yogur, los cereales, las semillas, el aguacate y las espinacas.