La Nación / GDA - Por Victoria Vera Ziccardi
Quienes practican esta disciplina la consideran una “meditación en movimiento”. Los médicos, en cambio, hablan de “medicación en movimiento”, porque combina un entrenamiento de bajo impacto, resistencia, concentración y control mental. Evidencia de esto es que la disciplina fue reconocida recientemente por la Universidad de Harvard como “la actividad perfecta para hacer por el resto de la vida”, independientemente de si se está en buena condición física, se goza de un estado óptimo de salud o si se tiene una edad avanzada.
Se trata del Tai Chi una modalidad de ejercicio suave y relajada que ayuda a mantener la fuerza, la flexibilidad y el equilibrio y que, según el Congreso ACNAP se sugirió que tiene el potencial de reducir la depresión, ansiedad y el estrés.
Otra importante condecoración que recibió la disciplina oriental fue en 2021, cuando la Unesco la añadió en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad dado su impacto social y cultural a lo largo de la historia.
¿En qué consiste el Tai Chi?
Pasó de ser exclusivamente un arte marcial en la antigua China a tomarse como una alternativa para entrenar y conectarse con el cuerpo y la mente en tiempos modernos. El taichí está conformado por movimientos realizados de forma lenta y concentrada, que van acompañados de ejercicios de respiración profunda. La clave es que cada postura fluya hacia la siguiente sin hacer pausas, de esa manera, el cuerpo está en constante movimiento.
Esta disciplina implementa un sistema no competitivo de ejercicio físico que sigue el propio ritmo de la persona que lo está practicando. La clave es que al ejercerlo cada postura fluya hacia la siguiente sin hacer pausas, de esa manera el cuerpo está en constante movimiento. Sin embargo, lo más destacado es su particular combinación de movimiento corporal, concentración mental y respiración consciente.
En consulta con La Nación, Francisco Clemares, profesor de la Escuela Internacional Ma Tsun Kuen de tai chi aclara que su práctica no se recomienda en personas con limitaciones físicas como artritis o enfermedades físicas graves ni tampoco para niños pequeños ya que estos suelen tener poco poder de concentración y relajación.
Destaca Clemares que el tai chi puede ser realizado con dos intenciones: la del ejercicio físico y la de la finalidad terapéutica. Añade también que la mayoría de sus alumnos suelen animarse por este último motivo.
En adición, los beneficios psicológicos que aporta son más profundos que los físicos. “Me baja las revoluciones, yo soy muy mental y el hecho de tener que poner la conciencia en el cuerpo hace que automáticamente el estado mental activo que tengo se baje”, dice Maria Sabina Beordi, terapeuta corporal que practica el taichí desde hace dos años. Además, asegura que se trata de un ejercicio de trabajo interior que se logra a partir del autoconocimiento y considera que es incluso más beneficioso que aquellas actividades físicas que sólo se centran en lo estético.
Coincide con lo mencionado Hernán Haedo, que practica el arte marcial desde hace más de diez años: “A medida que lo hacés te das cuenta de varias cosas, de los vínculos que lográs, de cómo percibís a los otros, a tu propio cuerpo y sus reacciones; esto tiene consecuencias enormes en la vida cotidiana y son todas positivas”.
Los beneficios de practicarlo son muchos y se adquieren a corto plazo. No obstante, los especialistas recomiendan para gozar de mayores bondades practicarlo por mucho tiempo con el fin de lograr:
- Mejor equilibrio, fuerza y flexibilidad
- Mayor resistencia muscular
- Control de problemas respiratorios
- Aumento de la capacidad aeróbica
- Disminución del estrés
- Mejora de la movilidad articular
- Alivio del sistema nervioso
- Activación del funcionamiento intestinal
- Mejora de la circulación de la sangre
- Alivio para el insomnio y las migrañas
¿Cómo es una clase de tai chi?
El transcurso de la clase se divide en dos partes: el calentamiento, y la instrucción y práctica de las formas propias de la disciplina. Calentamiento: Se compone de movimientos suaves como la rotación de hombros en círculos, el movimiento de cabeza de un lado a otro o mecerse hacia adelante y hacia atrás. Todos ayudan a relajar los músculos, las articulaciones y a concentrarse en la respiración y el cuerpo
Instrucción y práctica de las formas: Las formas breves son conjuntos de movimientos que pueden incluir una docena o menos de movimientos; en cambio, las formas largas pueden incluir cientos de variaciones más. Al principio, se recomienda empezar con formas cortas con movimientos pequeños y lentos, especialmente si se trata de una persona mayor o alguien que no esté en óptimas condiciones físicas.
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