The New York Times
Si alguna vez te has mirado en el espejo y has notado la piel sin brillo, es natural preguntarse si lo que has estado comiendo ha tenido alguna influencia de alguna manera. "Nuestra dieta afecta absolutamente nuestra piel. La piel es un órgano, al igual que el corazón o el hígado, y se construye y mantiene gracias a los nutrientes de los alimentos", afirma Lauren Ploch, dermatóloga.
La proteína, por ejemplo, se utiliza para producir colágeno, que fortalece y mantiene la piel y ayuda a curar heridas; y los antioxidantes como las vitaminas C y E protegen la piel de la contaminación del aire y del sol, según la dermatóloga.
Pero, ¿será que comer ciertos alimentos, como frutas o vegetales, puede llevar a una piel clara y brillante? ¿Y otros alimentos, como refrescos o pan blanco, pueden empeorar el acné o "dejar tu piel con una apariencia horrible", como han dicho algunos en TikTok? Esto es lo que sabemos.
Lo que sugiere la investigación
Ciertas deficiencias nutricionales pueden causar problemas de piel evidentes, advierte Mary Wu Chang, profesora asociada de dermatología. "La deficiencia de vitamina C, por ejemplo, puede causar escorbuto, lo que lleva a síntomas que incluyen moretones fáciles, mala cicatrización de heridas y piel áspera y engrosada. Y las deficiencias de proteínas pueden causar piel escamosa y decolorada", explicó Mary, agregando que "estas condiciones son raras en Estados Unidos".
El dermatólogo Rajani Katta considera que es difícil estudiar las formas más sutiles en que tu dieta puede afectar tu piel, pero algunas investigaciones ofrecen pistas.
En un estudio realizado en los Países Bajos y publicado en 2019, por ejemplo, los investigadores analizaron los registros alimentarios y fotografías de alrededor de 2,800 adultos mayores, la mayoría entre 60 y 70 años. Descubrieron que las mujeres que consumían más frutas, vegetales, pescado y alimentos ricos en fibra tendían a tener menos arrugas que aquellas que consumían más carne y aperitivos.
Otro estudio publicado en 2019 encontró que las mujeres en Francia que seguían la dieta mediterránea tenían riesgos significativamente más bajos de desarrollar cáncer de piel que aquellas que no lo hacían. Los autores plantearon la hipótesis de que los efectos antioxidantes y antiinflamatorios de la dieta podrían haber jugado un papel.
"Algunos pequeños ensayos también han descubierto que alimentos individuales pueden afectar directamente la piel", considera Katta.
Por ejemplo, dos estudios encontraron que consumir alrededor de tres cucharadas de pasta de tomate al día, rica en un antioxidante llamado licopeno, protegía la piel contra los daños causados por el sol; y hay algunas evidencias de que otros compuestos vegetales, como los encontrados en frutas y vegetales coloridos, té, chocolate amargo y ciertas hierbas y especias, incluyendo clavo, canela y menta, pueden ofrecer una defensa similar, "aunque consumirlos no sustituye la necesidad de usar protector solar", advierte Katta.
¿Puede tu dieta ayudar a tratar ciertas enfermedades de la piel?
Algunas pruebas pequeñas, la mayoría realizadas en adolescentes y hombres jóvenes, encontraron que reducir el consumo de alimentos azucarados y ricos en almidón, como refrescos, dulces, pan blanco y pasta, ayudó en el tratamiento del acné, según Katta. Y algunos informes sugieren que el consumo de lácteos o proteína de suero de leche en polvo está asociado con un acné más severo.
"La dieta mediterránea también puede beneficiar a aquellos con psoriasis, una condición que causa manchas en la piel gruesas, secas y con picazón", añadió Katta.
En general, sin embargo, "las pruebas de que los cambios en la dieta pueden tratar enfermedades de la piel son limitadas", cuenta Aaron Drucker, dermatólogo. Y aunque los cambios en la dieta ayuden, agregó, "todavía puedes necesitar medicamentos".
Consejos para una piel saludable
"A menos que te hayan diagnosticado una deficiencia específica, es mejor obtener nutrientes de los alimentos y no de suplementos, que no están bien regulados y a veces pueden causar más daño que beneficio", aconseja la dermatóloga Lauren.
En un gran ensayo clínico realizado en Francia, por ejemplo, las mujeres adultas que tomaron diariamente un suplemento antioxidante que contenía vitaminas C y E, beta-caroteno, selenio y zinc durante 7.5 años tuvieron un 68% más de probabilidad de desarrollar cáncer de piel que aquellas que no lo tomaron.
Y los suplementos de biotina, que afirman apoyar al cabello, la piel y las uñas, pueden contener hasta 650 veces la dosis recomendada, lo que puede llevar a resultados incorrectos en pruebas de laboratorio.
La recomendación de Lauren para una piel saludable es la dieta, "que proporciona nutrientes beneficiosos como antioxidantes y compuestos protectores a base de plantas".
Mary, la profesora, también sugiere frecuentemente que sus pacientes con tendencia al acné intenten reducir el consumo de lácteos y alimentos ricos en azúcar y carbohidratos refinados durante al menos cuatro a seis semanas. Esto no ayudará a todos, "pero algunos notarán mejoras significativas", según la profesora de dermatología.
"El eczema y otras enfermedades de la piel aumentan y disminuyen naturalmente, por lo que puede que no siempre sea obvio si un cambio en la dieta está ayudando o perjudicando", explica Mary. Agrega que, "si notas que un alimento específico empeora consistentemente los síntomas, tiene sentido evitarlo".
Pero advierte Drucker: "Hay que tener en cuenta que eliminar muchos alimentos o grupos alimenticios puede tener consecuencias no deseadas. Si cortás los lácteos, por ejemplo, podrías perder calcio y vitamina D, así que asegúrate de que tu dieta esté equilibrada con una variedad de alimentos para satisfacer tus necesidades nutricionales".