Matías Baldoncini/La Nación GDA
La neuralgia suboccipital, comúnmente conocida como neuralgia de Arnold, es un trastorno neurológico caracterizado por un dolor intenso y punzante en la región posterior del cuero cabelludo, parte superior del cuello e incluso puede irradiarse hacia la frente, provocando así un impacto significativo en la calidad de vida de quienes la padecen.
Sin embargo, es una enfermedad poco común, con una incidencia estimada de aproximadamente 3,2 casos por cada 100 mil habitantes al año. Afecta tanto a hombres como a mujeres, aunque los estudios han mostrado una ligera prevalencia en el género femenino, con una proporción estimada de 3:2.
Respecto de su origen, esta patología se produce principalmente por la irritación o compresión de los nervios occipitales mayor, menor y, en algunos casos, del tercer nervio occipital. Estos nervios tienen una relación estrecha con la musculatura cervical, lo que explica su susceptibilidad a la inflamación o daño mecánico.
Es por esto, que muchos creen que su nombre tiene algún tipo de relación con el fisicoculturista Arnold Schwarzenegger. Sin embargo, el término proviene de un médico francés del siglo XIX, Friedrich Arnold (1803-1890), quien fue el primero en describir este tipo de dolor relacionado con los nervios occipitales. La neuralgia de Arnold recibe su nombre, entonces, como un homenaje al trabajo de este anatomista en el campo de la neuroanatomía y no tiene vínculo alguno con figuras contemporáneas.
Entre sus causas más comunes se encuentran:
1. Tensión muscular: estrés prolongado o posturas inadecuadas como las que ocurren al trabajar frente a pantallas o al usar dispositivos móviles.
2. Traumatismos: lesiones cervicales, accidentes automovilísticos o golpes directos en la nuca.
3. Enfermedades degenerativas: la artrosis cervical o discos herniados pueden generar compresión nerviosa.
4. Compresión externa: uso prolongado de cascos o equipos que ejerzan presión sobre la zona suboccipital.
5. Idiopática: en algunos casos, no se identifica una causa específica.
La neuralgia de Arnold tiene un enfoque terapéutico escalonado que va desde medidas conservadoras hasta intervenciones quirúrgicas en casos refractarios.
1. Tratamiento médico:
Medicamentos: los analgésicos (antiinflamatorios no esteroides, AINEs), anticonvulsivantes como la gabapentina y antidepresivos tricíclicos son frecuentemente utilizados para manejar el dolor neuropático.
Terapia física: técnicas de relajación muscular, ejercicios posturales y fisioterapia pueden aliviar la tensión en la zona cervical.
2. Bloqueos nerviosos:
Cuando los medicamentos no son suficientes, los bloqueos nerviosos con anestésicos locales y corticosteroides se emplean para desensibilizar temporalmente los nervios occipitales. Estos procedimientos suelen brindar alivio inmediato y pueden repetirse según sea necesario.
3. Intervenciones quirúrgicas:
En casos severos o resistentes al tratamiento convencional, se considera la descompresión quirúrgica de los nervios occipitales. Estas técnicas son menos comunes y reservadas para situaciones refractarias, pero pueden ofrecer alivio a largo plazo.
Aunque la neuralgia de Arnold no tiene una cura definitiva, los avances en el diagnóstico y tratamiento han mejorado significativamente la calidad de vida de los pacientes. La clave está en un diagnóstico temprano y en un manejo multidisciplinario que combine terapias físicas, farmacológicas y, cuando sea necesario, intervenciones quirúrgicas.