Dylan Escobar Ruiz, El Tiempo/GDA
La neuromielitis óptica es una enfermedad poco conocida, pero devastadora, que afecta el sistema nervioso y puede tener graves consecuencias en la calidad de vida de quienes la padecen. La tasa de prevalencia establecida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) oscila entre 0,5 y 4 casos por cada 100.000 individuos.
Puede afectar a personas de todas las edades. Sus síntomas incluyen hipo persistente y vómitos, lo que a menudo lleva a los pacientes a buscar ayuda médica. Sin embargo, tras exhaustivas evaluaciones, no se encuentra ninguna enfermedad en el tracto gastrointestinal. Resulta que estos síntomas derivan de problemas en el tallo cerebral y el diencéfalo.
La neuromielitis óptica puede tener efectos devastadores en la salud de los pacientes, incluyendo inflamación en el nervio óptico, la médula espinal y el cerebro. Esto puede llevar a la ceguera, paraplejía, cuadriplejía y otros síntomas graves que requieren atención urgente por parte de neurólogos.
Tratamientos para la neuromielitis óptica.
Los tratamientos involucran la combinación de corticoides junto con un procedimiento llamado plasmaféresis y administración de anticuerpos mononucleicos.
La plasmaféresis consiste en tomar una muestra de sangre, separar las partes celulares del plasma utilizando una máquina centrífuga y luego devolver las células al cuerpo, manteniendo solo el plasma sanguíneo. Además, se administran anticuerpos monoclonales para que el paciente no recaiga en la enfermedad.
El doctor Carnero Contentti explicó que es importante iniciar una terapia crónica para reducir o prevenir la aparición de las recaídas, que ocasionarán empeoramiento de los síntomas y un acumulo de discapacidad. "Hasta el 2019, los únicos tratamientos disponibles para la neuromielitis óptica eran drogas indicadas para otras enfermedades autoinmunes y, bajo esa experiencia, estos tratamientos demostraron ser moderadamente efectivos”, sostuvo.
No obstante, subrayó que “hoy se ha ampliado el arsenal terapéutico con el que contamos a la hora de seleccionar la terapia crónica y existen nuevas terapias específicamente diseñadas para tratar estos pacientes”.