O Globo - GDA
El chicle libera cientos de microplásticos directamente en la boca, según un estudio presentado este martes por investigadores, quienes mantienen cautela sobre el posible impacto en la salud de los consumidores.
Las micropartículas de plástico (de menos de cinco milímetros) ya se han detectado en el aire, el agua, los alimentos, envases, tejidos sintéticos, neumáticos y cosméticos. Todos los días, los humanos las ingieren, inhalan o entran en contacto con ellas a través de la piel.
Desde los pulmones hasta los riñones, la sangre y el cerebro, los microplásticos se han encontrado en casi todas las partes del cuerpo humano. Aunque los científicos no están seguros de su impacto en la salud, varios ya han lanzado una alerta sobre posibles daños al organismo.
"No quiero asustar a la gente", dijo a la AFP Sanjay Mohanty, autor principal del estudio, presentado en una reunión de la Sociedad Química Estadounidense y que ya fue sometido a revisión por pares, pero aún no publicado.
Hasta ahora, no hay evidencia de un vínculo directo entre los microplásticos y cambios en la salud humana, señaló el investigador de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA). El objetivo del estudio, según él, era destacar una vía poco explorada por la cual pequeñas fracciones de plástico, a menudo invisibles, ingresan a nuestros cuerpos: el chicle.
Lisa Lowe, una estudiante de doctorado en la UCLA, masticó siete chicles de diez marcas diferentes, y luego los investigadores realizaron un análisis químico de su saliva. Concluyeron que un gramo de chicle liberó un promedio de 100 microplásticos, aunque algunos liberaron más de 600. El peso promedio de una pieza de chicle es de aproximadamente 1,5 gramos.

¿Qué ingredientes contienen?
Según los científicos, las personas que mastican alrededor de 180 chicles al año podrían ingerir unos 30.000 microplásticos. Sin embargo, esta cantidad es pequeña en comparación con otras fuentes de ingesta de estas partículas, matizó Mohanty.
Por ejemplo, otros investigadores estimaron el año pasado que un litro de agua en una botella de plástico contenía un promedio de 240.000 microplásticos. El tipo más común de chicle vendido en supermercados, llamado sintético, contiene polímeros derivados del petróleo para lograr el efecto masticable, explicaron los investigadores. Sin embargo, el empaque no menciona ningún plástico. "Nadie te dirá cuáles son los ingredientes", dijo Mohanty.
Los investigadores probaron cinco marcas de chicles sintéticos y cinco marcas de chicles naturales, que utilizan polímeros de origen vegetal, como la savia de árbol. "Nos sorprendió descubrir que los microplásticos eran abundantes en ambos casos", dijo Lowe a AFP.
El chicle libera casi todos los microplásticos en los primeros ocho minutos de masticación, según los investigadores. David Jones, investigador de la Universidad de Portsmouth en el Reino Unido, quien no participó en el estudio, dijo que los fabricantes deberían estar obligados a detallar los ingredientes con mayor precisión en los empaques.
Jones afirmó que le sorprendió que los investigadores encontraran algunos plásticos cuya presencia no se conocía en el chicle, sugiriendo que podrían provenir de otra fuente, como el agua que bebió la estudiante. Pero calificó los resultados generales como "nada sorprendentes".
Además, el chicle también es una fuente de contaminación, señaló Lowe, especialmente cuando la gente "lo escupe en la acera". Preguntada por la AFP, Wrigley, el mayor fabricante de chicles del mundo, no respondió.

-
Un método sencillo te permitirá eliminar los microplásticos del agua embotellada o de la canilla
Microplásticos y otras sustancias tóxicas que están en el hogar y pueden afectar la salud de las mascotas
Almacenar comida en recipientes de plástico es práctico, pero puede tener consecuencias negativas para la salud
Seguridad alimentaria: ¿Qué tan seguros son los plásticos reciclados para envasar alimentos?