Piedras faciales: las diferencias enrte el rodillo o el gua sha, y todo lo que debes saber antes de usarlos

Las piedras para los masajes faciales son parte de la rutina de skincare. Conocé cómo actúan el rodillo y la gua sha.

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Mujer con espinilla
Mujer con una espinilla.
Foto: Freepik.

El Universal/GDA
Desde hace algunos años comenzó el boom de las piedras para masaje facial.

Primero fue el rodillo y luego llegó la gua sha, una piedra plana en forma de un corazón irregular que promete, al igual que el resto de este tipo de piedras, drenar, esculpir el rostro y combatir la flacidez y la aparición de líneas de expresión.

Aunque no hay pruebas científicas de su efectividad, muchas expertas en belleza y usuarias de estos dispositivos aseguran los beneficios que aportan a su piel.

¿Realmente funcionan?

La facialista Andrea Osorio opina que en cada persona es diferente, pero lo que usualmente observa luego de hacer un masaje con alguna de las piedras es “una piel más oxigenada, con un bonito brillo natural. A veces hasta se disminuyen las líneas de expresión o puedes ver el rostro más desinflamado”, asegura.

Sin embargo, el dermatólogo Luis Amador opina que ningún masaje puede revertir el declive de las células que causan el envejecimiento. “El masaje con estas piedras beneficiaría el drenaje linfático, pero para rejuvenecer el rostro se necesita trabajar sobre los mecanismos de reparación de células”.

Rodillos Vs. Gua sha

Aunque estos dispositivos están elaborados con el mismo material, tienen diferentes usos y funciones. “Los rodillos se utilizan para disminuir la hinchazón y el estrés de la piel, así como para relajar los músculos, dice Osorio. Y añade que la gua sha se emplea para un masaje más intenso que, además de desinflamar, optimiza la circulación sanguínea y puede promover la producción de colágeno.

“La gua sha también se usa para levantar y esculpir el rostro, pero para lograrlo es imprescindible hacerlo con un aceite facial y conocer la técnica correcta”, añade Osorio. De este modo obtendrás mejores resultados; “la frecuencia también es importante”, concluye.

Aunque estas piedras están elaboradas con materiales naturales y no representan un riesgo para quien las use, Amador recomienda no usarlas en pieles con acné, muy sensibles o con rosácea activa.

“Si la piel está muy inflamada, podría ser contraproducente masajearla con estas herramientas, porque podría inflamarse más”, advierte.

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