O Globo - GDA
Un estudio publicado en la revista científica Journal of the American College of Cardiology (JACC) sugiere que vivir cerca de un aeropuerto puede representar un riesgo para la salud.
Científicos del University College London (UCL), en Inglaterra, analizaron datos de imágenes cardíacas de 3.635 personas que vivían cerca de los aeropuertos de Heathrow, Gatwick, Birmingham y Manchester.
Además, se utilizaron estimaciones de la Autoridad de Aviación Civil del Reino Unido (Civil Aviation Authority) para medir los niveles de ruido de los aviones en áreas de 100 metros cuadrados. Se encontró que el ruido promedio más alto de los aviones alcanzaba:
- Más de 50 decibeles durante el día.
- Más de 45 decibeles durante la noche (entre las 23:00 y las 07:00).
En contraste, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que el ruido de las aeronaves no exceda:
- 45 decibeles durante el día.
- 40 decibeles durante la noche.
Impacto en la salud cardíaca
El estudio demostró que las personas que vivían en áreas con niveles elevados de ruido de aviones tenían entre un 10% y un 20% peor estructura y función cardíaca en comparación con quienes vivían fuera de estas zonas o se habían mudado.
También se analizó una muestra adicional de 21.360 personas sometidas a resonancias magnéticas cardíacas detalladas para evaluar el riesgo de eventos cardíacos adversos mayores. Se concluyó que las personas con anomalías cardíacas podrían tener hasta cuatro veces más riesgo de sufrir eventos como:
- Infarto.
- Ritmos cardíacos anormales.
- Accidente cerebrovascular.
Conclusiones y advertencias
“Nuestro estudio es observacional, por lo que no podemos afirmar con certeza que los altos niveles de ruido de aeronaves causaron estas diferencias en la estructura y función del corazón. Sin embargo, nuestros hallazgos se suman a un creciente cuerpo de evidencia que indica que el ruido de las aeronaves puede afectar negativamente la salud cardíaca y nuestra salud en general”, señaló Gabriella Captur, coautora del estudio y cardióloga consultora del Royal Free Hospital en Londres.
Este estudio refuerza la importancia de considerar los niveles de ruido como un factor ambiental que puede tener un impacto significativo en la salud pública.