Posibles beneficios y precauciones a la hora de consumir mandarinas a diario para la salud renal

Aunque comer mandarina favorece la hidratación renal y previene cálculos en algunos casos, el consumo excesivo puede conllevar riesgos si existe predisposición a problemas renales.

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Redacción El País
Además de su atractivo color y sabor la mandarina es una fuente rica en agua y baja en calorías, lo que la convierte en un excelente aliado para la hidratación y la eliminación de líquidos. Estos beneficios la han posicionado como una fruta que favorece la salud de los riñones y, en general, el funcionamiento del organismo.

Sin embargo, es importante conocer también los posibles riesgos que pueden surgir cuando se consume en exceso, especialmente para quienes presentan alguna condición renal.

Propiedades y beneficios de la mandarina para la salud renal

Las mandarinas contienen un 90% de agua, lo que las convierte en un excelente hidratante natural y una fuente de líquidos favorable para los riñones. Al consumir esta fruta regularmente en cantidades moderadas, el organismo recibe una dosis de ácido cítrico que actúa como un agente preventivo en la formación de cálculos renales. Este ácido cítrico se une al calcio presente en la orina, impidiendo la formación de cristales y facilitando que los riñones filtren los desechos con mayor eficacia.

Adicionalmente, la mandarina es una fruta rica en vitamina C y antioxidantes, componentes esenciales para combatir el daño oxidativo a nivel celular. Estos compuestos ayudan a reducir la degeneración de las células, proceso que puede estar relacionado con el envejecimiento y con el desarrollo de enfermedades crónicas, incluidas las renales. La fibra que contiene también favorece la digestión y previene el estreñimiento, mejorando el tránsito intestinal y contribuyendo a una digestión saludable.

Los beneficios de las mandarinas para el organismo pueden agruparse en tres categorías principales: fortalecimiento del sistema inmunológico, gracias a la vitamina C, que ayuda a prevenir resfriados y otras infecciones comunes; mejora de la digestión, debido a su aporte de fibra; y el cuidado de la piel, ya que sus antioxidantes ayudan a reducir el daño causado por radicales libres.

Mandarinas.
Mandarinas.
Foto: Pexels

Precauciones: ¿Cómo puede el consumo excesivo de mandarinas afectar a los riñones?

Si bien la mandarina es una opción diurética natural y con beneficios para la salud en general, existen ciertos factores que pueden convertir su consumo excesivo en un riesgo para personas con problemas renales. Uno de los componentes clave de esta fruta es el potasio, un mineral importante para la función celular, pero que en cantidades elevadas puede representar un problema para quienes sufren insuficiencia renal.

Los riñones en buen estado eliminan el exceso de potasio a través de la orina, manteniendo así un equilibrio adecuado en el organismo. Sin embargo, en casos de insuficiencia renal, este proceso se ve comprometido, y el potasio puede acumularse en la sangre en niveles peligrosos. Esta acumulación puede derivar en alteraciones en el ritmo cardíaco y, en situaciones extremas, incluso en un paro cardíaco. Por esta razón, organizaciones como la National Kidney Foundation recomiendan que las personas con enfermedades renales limiten el consumo de alimentos ricos en potasio, como las mandarinas, a una pieza al día.

Es esencial destacar que, aunque la mandarina no posee los niveles de potasio más altos en comparación con otras frutas, su consumo en exceso y sin control puede afectar negativamente la salud en estos casos particulares. La Biblioteca Nacional de Medicina también ha alertado sobre el impacto de los niveles altos de potasio en personas con problemas renales, subrayando la necesidad de una moderación en el consumo de esta y otras frutas cítricas en casos específicos.

Moderación y equilibrio: el consumo adecuado de la mandarina

Para la mayoría de las personas sin problemas renales, consumir mandarinas en cantidades adecuadas puede ofrecer beneficios significativos sin efectos secundarios. La clave está en la moderación y en ser consciente de las propias condiciones de salud. Mantener una dieta balanceada en la que se incluyan frutas ricas en agua, fibra, vitaminas y antioxidantes es beneficioso siempre que se tenga en cuenta la cantidad que se consume.

La mandarina, en particular, es una fruta que aporta hidratación, previene la formación de piedras renales en ciertos casos y mejora la salud digestiva. Para quienes no tienen restricciones de potasio, incluir una o dos mandarinas diarias puede ser una forma efectiva de aumentar la ingesta de vitamina C y antioxidantes de manera natural.

Sin embargo, aquellas personas que padecen enfermedades renales deberían hablar con un profesional de la salud antes de incorporar esta fruta en su dieta diaria. De esta forma, podrán recibir recomendaciones específicas que se adapten a sus necesidades y eviten problemas asociados con el consumo de potasio.

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