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VIDA SANA

Preguntas y respuestas sobre el dolor de espalda: claves para mantener una columna saludable

El dolor de espalda es una de las principales causas de discapacidad en el mundo, pero puede prevenirse manteniendo el cuerpo en movimiento.

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El dolor de espalda es la principal causa de incapacidad en el mundo
Dolor de espalda.

El sedentarismo y el estrés diario no solo son cada vez son más comunes, sino que, a su vez, han provocado un incremento en los problemas de espalda. Según la Mayo Clinic, una organización americana sin fines de lucro especializada en medicina, este malestar es una de las principales causas de discapacidad en todo el mundo.

Para el médico deportólogo y director de la Diplomatura en Medicina Deportiva Pediátrica de la Universidad Favaloro, Santiago Kweitel, el dolor de espalda es una de las razones más frecuentes de consulta y ausencia laboral: “Muchas veces no se condice con una patología grave, pero impacta sobre todo en el trabajo porque imposibilita que alguien permanezca mucho tiempo sentado y sin moverse”, aclara.

¿Cómo surge el dolor de espalda?

“El desgaste de la columna arranca a partir de los 30 años, momento en que los discos intervertebrales empiezan a perder líquido”, cuenta Roberto Lowenstein, kinesiólogo de la Fundación Favaloro y osteópata del Centro Kines. Entonces, “si la persona no está bien compensada a nivel músculo esquelético, estará más predispuesta a sufrir dolor”, agrega el kinesiólogo.

No obstante, su origen también tiene que ver con causas multifactoriales. De acuerdo a Lowenstein, la columna es un punto donde se desencadenan dolores que pueden venir de otros lados. Así, enumera factores de riesgo tales como el estrés, el sedentarismo y el sobreentrenamiento, el mal descanso y la mala alimentación, ya que, según revela el kinesiólogo, “las harinas blancas y el azúcar generan que los tejidos se inflamen”.

Por su parte, Kweitel menciona que hay dos zonas de la espalda donde se localizan los dolores principales: la cervical, que se ubica desde la base del cráneo hasta la parte superior de la columna torácica, y la lumbar, que se encuentra en la parte inferior de la columna.

El primero suele desencadenarse a partir de la tensión y las malas posturas, sobre todo, a raíz del constante uso del celular y dispositivos electrónicos, porque “se altera la biomecánica de la columna que está preparada para que la cabeza esté erguida, por lo tanto, a medida que la tirás hacia adelante, se genera una presión sobre las vértebras y los discos que muchas veces lleva a contracturas”.

Con respecto al dolor lumbar, el médico destaca que es producto de un escaso trabajo o estabilidad de la zona media: abdominales frontales, oblicuos, suelo pélvico y diafragma. “La población casi no trabaja esta área, pero la realidad es que tenerla fuerte y sólida evita problemas tales como caídas y permite que se soporte mejor la columna”, añade Kweitel.

Además, la falta de flexibilidad, es decir, el acortamiento muscular y los problemas de hernias o enfermedades crónicas como la artrosis, aumentan esta condición.

Mitos sobre el dolor de espalda. Foto: Shutterstock
Dolor de espalda.

¿Quiénes son más propensos a sufrir dolor de espalda?

A medida que pasa el tiempo, los huesos se desgastan y las probabilidades de sufrir dolor de espalda aumentan. No obstante, según Kweitel, su intensidad y aparición se pueden gestar en cualquier momento de la vida de acuerdo al estilo de vida que lleve cada persona. Por ejemplo, “hay oficios que tienen que ver con el cargamento de peso, por ende, en estos casos, se estará más propenso a sufrir dolor”, explica el deportólogo.

La realidad muestra que nadie queda exento del dolor de espalda. Lowenstein suma que puede aparecer a cualquier edad: “Puede haber un niño estresado por tener mucha sobrecarga de actividades, también puede pasar que haya una persona que cursa en la facultad, después trabaja, entonces se estresa porque no llega a rendir los exámenes”, dice el especialista.

¿Qué hacer frente al dolor de espalda?

De cara a esta molestia, los especialistas consultados coinciden en que el primer paso es definir el tipo de dolor: si es crónico o no. En caso de que sea permanente, se sugiere consultar con un profesional para ver sus características y descifrar su origen. De acuerdo con la intensidad del cuadro, se pueden optar por distintas terapias que atacan la zona afectada y corrigen la postura: desde sesiones de osteopatía, una técnica manual basada en masajes localizados hasta kinesiología y reeducación postural global (RPG).

“Hay que trabajar la consciencia corporal: debemos tener noción de cómo estamos parados, sentados y la manera en que nos movemos”, enfatiza Kweitel.

En ocasiones, y cuando se trata de un dolor agudo, se puede acudir al consumo de fármacos. Sin embargo, Kweitel resalta que de esta manera no se está atacando la causa, sino aliviándola. Por lo tanto, “lo más probable es que con el tiempo vuelva a aparecer”, señala.

¿Cómo se evita el dolor de espalda?

El cuerpo humano está diseñado para estar en movimiento, tal como en las sociedades ancestrales. Sin embargo, hoy en día las rutinas demandan interminables horas de oficina o de estudio, y por eso los especialistas consultados brindan una serie de recomendaciones para mantener el cuerpo activo.

Lowenstein repara en la importancia de tener rutinas de estiramiento para flexibilizar la columna y de realizar pausas activas: “Aquellos que pasan varias horas del día sentados, lo ideal es que cada tres cambien de posición, se muevan o caminen”.

En este camino, el entrenamiento es otro de los pilares claves, a través del cual se debe ejercitar la zona del core, lo que va a permitir mantener la columna saludable y prevenir dolores. Actividades tales como yoga y pilates, son consideradas de las más nobles para ayudar a preservar la postura.

(Por La Nación GDA)

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