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La menta, conocida por su aroma refrescante y su capacidad para mejorar la digestión, desempeña un papel importante en la purificación del hígado y el buen funcionamiento de los riñones.

Esta contiene una rica variedad de nutrientes, entre ellos la vitamina C, antioxidantes y compuestos antiinflamatorios, lo que la convierte en una opción saludable para quienes buscan mejorar su bienestar general, según la Fundación Española de Nutrición. Al consumir té de menta, el organismo es capaz de absorber mejor los nutrientes de los alimentos a través del intestino delgado, lo que, a su vez, ayuda al hígado a purificarse de manera más eficiente y a los riñones a cumplir su función de eliminar toxinas.

Uno de los principales beneficios de esta infusión es que mejora la función renal al favorecer la eliminación de líquidos y toxinas acumuladas en los riñones. Al mismo tiempo, la menta ayuda a reducir la inflamación, lo que puede prevenir la aparición de problemas renales asociados con la retención de líquidos o infecciones.

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El té de menta no solo es beneficioso para los riñones y el hígado. Esta infusión también alivia problemas digestivos, reduce la sensación de náuseas y calma los dolores de cabeza y menstruales. Además, se ha comprobado que ayuda a combatir infecciones respiratorias, como la gripe y los resfriados, e incluso puede tener efectos preventivos en casos de cáncer de colon y mama.

Para aprovechar todos los beneficios que ofrece esta planta, la mejor forma de consumirla es preparando una infusión natural. Solo se necesitan unas pocas hojas de menta fresca y agua hirviendo. La receta es sencilla: se debe hervir 150 ml de agua, agregar una cucharada de hojas de menta y dejar reposar durante 5 a 10 minutos antes de colar y beber.