Primavera y alergias: consejos para evitar irritaciones por el polen y las pelusas de los plátanos

Con la llegada de la primavera también vienen algunas alergias estacionales y es importante saber cómo proteger tus ojos y vías respiratorias.

Compartir esta noticia
Las alergias de la primavera

Redacción El País
Con la llegada de la primavera, la naturaleza se renueva, llegan las flores y el clima más cálido. Pero no todo es lindo: también se despiertan las alergias estacionales.

En esta época, los árboles, y en particular los plátanos si hablamos de algunas zonas de Montevideo, son protagonistas. Aunque su aspecto puede parecer inofensivo, las pequeñas partículas que liberan al aire generan incomodidades en muchas personas, especialmente en aquellas con predisposición alérgica.

Los síntomas más comunes incluyen picazón en los ojos, malestar en la garganta y congestión nasal. Las diminutas pelusas que se desprenden de los plátanos son irritantes para las vías respiratorias y los ojos. Aunque no son las principales responsables de las alergias, sí exacerban los síntomas, especialmente en individuos con mayor sensibilidad.

Estas partículas pueden causar molestias temporales, como irritación ocular o nasal, pero el problema puede agravarse si la persona se frota los ojos o trata de removerlas de manera brusca. Es fundamental realizar lavados oculares suaves si se experimenta irritación, y en caso de persistir el malestar, se recomienda consultar a un profesional.

Alergias en primavera: causas y síntomas

Además de las molestas pelusas, la primavera trae consigo un aumento de alérgenos en el aire, como el polen de diversos árboles. Cipreses, acacias, pinos y fresnos son solo algunas de las especies que liberan grandes cantidades de polen, provocando síntomas como rinitis alérgica, congestión nasal, estornudos y lagrimeo constante. El aumento de alérgenos también afecta la garganta, generando ronquera y picazón, lo que resulta incómodo para muchas personas durante toda la temporada.

Protegiéndonos de las alergias

Aunque evitar la exposición al polen y a las partículas irritantes puede parecer difícil, hay formas de reducir su impacto. Por ejemplo, evitar actividades al aire libre durante las horas de máxima polinización, que suelen ser temprano por la mañana y al atardecer, es una medida efectiva. Durante estas horas, la concentración de polen en el aire es más alta, por lo que el uso de lentes y tapabocas puede ayudar a prevenir el contacto directo con los ojos y vías respiratorias.

En casa, ventilar los ambientes es fundamental, pero se recomienda hacerlo durante las primeras horas del día, cuando el polen aún no ha descendido. Además, es aconsejable retirar la ropa utilizada al estar al aire libre, ya que puede atrapar partículas de polen, y ducharse antes de dormir para eliminar cualquier rastro en la piel y el cabello.

Las alergias estacionales son una realidad para muchas personas en primavera, pero con las medidas adecuadas y la consulta a profesionales de la salud cuando sea necesario, es posible reducir las molestias.

¿Encontraste un error?

Reportar

Temas relacionados

vida sana

Te puede interesar