La Nación/GDA
La "invasión" de una masa de aire frío -que fue advertida por el Instituto Uruguayo de Meteorología-, bajó considerablemente la temperatura y la sensación térmica en nuestro país. Ahora, en pleno otoño y de cara a la llegada del invierno, las mascotas necesitan un cuidado especial para no padecer las bajas temperaturas.
Según los especialistas, hay una serie de pautas que hay que tener en cuenta para que estos integrantes de la familia no sufran ningún problema de salud.
En primer lugar, habrá que tener en cuenta que nuestros animales deben tener las vacunas al día y una muy buena alimentación que le dé todos los nutrientes necesarios para hacerle frente a las olas polares. Estos dos puntos son remarcados constantemente por veterinarios, especialistas y organismos que se dedican a la crianza de perros y gatos con el objetivo de reducir el margen de alguna enfermedad o problema a futuro.
¿Los gatos sufren más el frío que los perros?
En diálogo con La Nación, el veterinario Sebastián Robledo -que también es vicepresidente de la Federación Veterinaria Argentina (Feva)-, explicó que los felinos son los animales más propensos al frío y suelen sufrir más las inclemencias climáticas que los perros.
"Dentro de los perros y gatos, estos últimos son más sensibles y su comportamiento cambia radicalmente al tener menos actividad diaria y dormir más tiempo. A su vez, buscan constantemente una fuente de calor para cobijarse", explicó en primer término.
Al profundizar, puntualizó en los perros y gatos de avanzada edad, quienes sufren al no tener las mismas defensas que cuando eran cachorros. "Las precauciones varían mucho de acuerdo a los hábitos que tenga el animal. Uno como dueño tiene que procurar de crear algún sistema para evitar que entre el frío a la casa", sintetizó.
"Si un perro tiene actividad diaria, aunque sea en invierno, se recomienda que consuma alimentos de buena calidad altos en calorías y proteínas para generar calor corporal", destacó sobre la alimentación de los canes, la cual se diferencia de los felinos que suelen aplacar sus energías cuando llega el frío.
"Los gatos, en invierno, por lo general consumen menos agua y por ende se deberá regular su hidratación. El tema de la alimentación también dependerá de su contextura física y su edad. En términos generales, se deberá contemplar si salen al exterior o viven dentro de un departamento sin salida al exterior", agregó.