Redacción El País
Un niño de cuatro años falleció en Maldonado el pasado sábado por púrpura fulminante, una enfermedad bacteriana que se extiende en la sangre y cuyos efectos son letales. En Uruguay existen dos vacunas para prevenir las infecciones por meningococo, sin embargo, no se encuentran dentro del Certificado Esquema de Vacunación (CEV) del Ministerio de Salud Pública (MSP).
Para entender el efecto de la púrpura fulminante, primero cabe repasar qué son las infecciones por meningococo, cuáles son sus síntomas y cómo se pueden prevenir.
¿Qué es la infección por meningococo?
La infección por meningococo es una enfermedad endémica que experimenta brotes esporádicos a lo largo del año, aunque no llega a constituir una epidemia.
De manera regular, se detectan casos de infección por meningococo que se informan a la unidad de vigilancia epidemiológica del MSP en las primeras 24 horas. El procedimiento se activa ante cualquier sospecha, lo que permite un seguimiento adecuado por parte del ministerio. Esto resulta fundamental para tomar medidas en caso de que se observe un comportamiento inusual de esta bacteria, aunque hasta el momento, no se ha registrado tal situación.
Las manifestaciones clínicas más comunes de la enfermedad son la meningitis —con o sin la presencia de púrpura— y la meningococemia, que es una infección generalizada.
"La meningococemia es una enfermedad bacteriana que puede involucrar distintas partes del organismo. Puede ser inocua, como en la mayoría de los casos, pero puede afectar las meninges y producir meningitis por meningococo o, como en este caso, llegar a la sangre. Cuando avanza de manera extremadamente rápida, se le llama fulminante", detalló el MSP este domingo a través de un comunicado por la muerte del niño de cuatro años.
Forma de transmisión de infección por meningococo
La bacteria se transmite mediante el contacto directo con una persona infectada, a través de gotas de secreciones respiratorias. La infección solo afecta a los seres humanos y no se encuentra en reservorios animales.
Existen individuos que pueden albergar el meningococo en sus vías respiratorias sin manifestar síntomas, es decir, son portadores y pueden estar en contacto con otros como cualquier persona. Sin embargo, los casos anuales de esta enfermedad son relativamente bajos.
La susceptibilidad a la enfermedad disminuye a medida que se avanza en edad, y ciertos grupos, como los niños pequeños (especialmente menores de cinco años y aún más los menores de dos años), presentan un mayor riesgo de contagio.
Síntomas de infección por meningococo
Los síntomas principales de la infección por meningococo incluyen fiebre, dolor de cabeza, irritabilidad, llanto (como respuesta al dolor), rechazo de alimentos, intolerancia digestiva alta, rigidez en el cuello, molestias oculares ante la luz, alteración en el nivel de conciencia y convulsiones.
Si a estos síntomas se añade una erupción petequial (pequeñas manchas rojas que no desaparecen al presionarlas), la primera sospecha recae en el meningococo, ya que aunque existen otros dos agentes que pueden causar meningitis, este particularmente provoca la púrpura. En el caso de los niños más pequeños con la fontanela o mollera aún abierta, otro indicio es la protrusión de esta hacia afuera.
¿Cuáles son los síntomas que sugieren una enfermedad meningocócica invasiva?
La presencia de fiebre en un niño con un aspecto general deteriorado, poca reactividad y tendencia al sueño, junto con el síndrome purpúrico y signos de shock (piel fría, moteada y pulsos débiles).
Es importante recordar que la causa más común de fiebre en la infancia son las infecciones virales, especialmente durante esta época del año. No siempre que un lactante o niño presenta fiebre se debe sospechar de meningococo, pero sí cuando se acompaña de alguno de los signos y síntomas mencionados anteriormente. Además, es relevante destacar que existen otras causas de púrpura que no están relacionadas con el meningococo.
¿Qué vacunas existen para prevenir las infecciones por meningococo?
A lo largo de los últimos 50 años, Uruguay ha experimentado brotes de meningococo y sus diversos serotipos, los cuales han sido controlados mediante intervenciones por parte de las autoridades sanitarias, como la vacunación dirigida a los serogrupos responsables en cada caso.
La epidemiología del meningococo, es decir, su comportamiento, es altamente impredecible y dinámica. Se pueden observar cambios en un período de tiempo corto y la aparición de brotes causados por diferentes serogrupos. Por esta razón, es fundamental llevar a cabo la notificación y la vigilancia de los casos de manera constante.
En Uruguay, el Ministerio de Salud Pública (MSP) ha registrado dos vacunas contra el meningococo, cada una dirigida aserotipos específicos. Estas vacunas, conocidas comercialmente como Menactra® y Bexsero®, no están incluidas dentro del Certificado Esquema de Vacunación (CEV), según explicaron fuentes del MSP a El País, porque la poca cantidad de casos no lo justifica.
Sin embargo, estas vacunas están disponibles a través de indicación médica. Para recibirlas, se debe abonar un monto que varía según el prestador de salud.