Un piercing microdermal o una perforación es el proceso de incrustar un objeto o una joya en alguna parte del cuerpo, para usarla como accesorio de estética o belleza.
Sin embargo, hacer este tipo de perforaciones requiere de mucho cuidado, ya que es posible que el organismo muestre rechazo por el material que se ha incrustado y que ocurran cambios en la piel para expulsar el metal.
Aquí le contamos algunos detalles que debés tener en cuenta para cuidar su perforación:
1. Es posible que después de la incrustación se presente una infección, reacción alérgica, inflamación, cicatrices o hinchazón en la zona de la perforación. Por eso debe consultarse a un experto sobre el grosor adecuado para hacer la incrustación en la piel.
2. Si observás cambios en el color de la piel, áreas rojas e inflamación continua, debés acudir al médico, pueden ser signos de una infección.
3. Si las joyas comienzan a colgar diferente puede que se haya movido el extremo interior que la sujetaba y por tanto, debe hacerse una revisión para evitar que el metal se mueva por el cuerpo.
El rechazo a una joya microdermal puede darse por factores genéticos, tamaño y forma del metal, sensibilidad en la piel e higiene en el lugar donde se coloque. Así mismo, expertos recomiendan que en caso de una infección, se retire la joya y se acuda al médico para evaluar un tratamiento adecuado.
(El Tiempo - GDA)