Redacción El País
El jugador de Nacional Juan Izquierdo se desvaneció en pleno partido ante São Paulo este jueves en Brasil. Rápidamente fue asistido y se encuentra internado en CTI. Más tarde, el club emitió un comunicado para precisar que el jugador sufrió una arritmia cardíaca.

Una arritmia cardíaca es un latido irregular del corazón. Este concepto abarca condiciones que pueden suceder en un corazón sano o en un corazón con enfermedad estructural. Algunas son inofensivas y otras pueden ser marcadores de enfermedades coronarias graves que incluso pueden provocar la muerte.

"Es importante ver el tipo de paciente que padece una arritmia", resaltó en diálogo con El País el doctor Oscar Bazzino, jefe del Departamento Clínico de Cardiocentro de Asociación Española y Derport Vida.

Y es que no es lo mismo tener una irregularidad en el ritmo cardíaco con edad avanzada que siendo un deportista de alto rendimiento.

"Si es un paciente de edad avanzada, por lo general la arritmia es señal de una enfermedad coronaria. Sin embargo, en jóvenes deportistas de élite, esta es una situación infrecuente. Hay un sesgo, porque es una condición tan mediática que impacta masivamente y parece frecuente, pero no lo es", resaltó el especialista.

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Aunque es precipitado hacer evaluación sobre el caso puntual que podría haberle provocado la arritmia cardíaca al zaguero de Nacional, sí hay puntos en común a tener en cuenta cuando suceden este tipo de patologías en un campo de juego profesional.

"Los jugadores tienen siempre una valoración cardíaca antes de la actividad competitiva. Esa valoración en el mundo no se han puesto de acuerdo de qué características tiene que tener: desde un simple electrocardiograma a estudios mucho más avanzados que ven cosas que el electro no detecta", explicó Bazzino.

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Estos estudios más profundos podrían, por ejemplo, detectar una alteración genética del sistema eléctrico del corazón o enfermedades de la estructura del corazón como la miocardiopatía hipertrófica, patologías que suelen pasar desapercibidas en estudios de rutina.

"Para identificar otras enfermedades, como la displasia del ventrículo derecho, se necesita una resonancia cardíaca y para hacerla a un deportista muy joven hay que tener una sospecha muy alta. Y son tan infrecuentes que no es costo efectivo hacer una resonancia a todos los jugadores del mundo", remarcó el cardiólogo.

Así, lo ideal es que a los jugadores se les realice "una evaluación básica, teniendo en cuenta marcadores y antecedentes de la familia, después un electro, y para aquellos jugadores con otros indicios tomar algunos imágenes más avanzadas". De todas formas, "algunos casos se van a pasar" de ahí que, sea "innegociable que que haya desfibrilador al lado de la cancha", apuntó Bazzino.

"El tiempo es vital. Tiene que haber en cancha personal que sepa detectar esa condición rápidamente. Si hay algo que tiene posibilidad de tener éxito es que se responda rápidamente con la cascada de maniobras para estos casos".

El doctor Bazzino agregó que, a pesar de que las arritmias cardíacas son un mal poco frecuente en el deporte de élite, sí son una causa potencialmente mortal en "personas anónimas" de entre 35 y 45 años.

"Son muy frecuentes y pasan cada fin de semana en las canchas nuestras en fútbol amateur. Las causas son diferentes. Por lo general desembocan en una enfermedad coronaria y paro cardíaco. Y en esas canchas no hay personas preparadas para atender, lo que se hace es llamar a la emergencia móvil y se pierde un tiempo precioso", explicó.

Una enfermedad coronaria atendida fuera de tiempo puede desembocar en falta de irrigación sanguínea hacia el cerebro, lo que puede derivar en consecuencias irreversibles e incluso la muerte.