O Globo / GDA - Por Bernardo Yoneshigue
Esta semana, Carolina Arruda, de 27 años, residente en Bambuí, Minas Gerais, se volvió viral al hablar de su vida con la neuralgia del trigémino, un diagnóstico poco común que afecta a alrededor de 4,3 personas por cada 100.000 y es conocido por causar "el peor dolor del mundo".

La estudiante de Medicina Veterinaria contó que, después de vivir con dolores diarios durante casi 10 años, decidió someterse al proceso de eutanasia en Suiza, ya que Brasil no permite la muerte voluntaria. Para cubrir los gastos, abrió una campaña de crowdfunding online que, en apenas tres días, ya ha recaudado 44 de los 150.000 reales necesarios.

"Trabajo en el campo de la veterinaria, por lo que siempre he visto la eutanasia como un digno alivio del sufrimiento. Veo esto en los animales, a veces necesitamos recurrir a la eutanasia para que el animal no sobreviva solo con medicamentos. Empecé a internalizar esto desde muy pequeña y a pensar en la posibilidad de poner fin a mi sufrimiento de manera digna”, dijo a GLOBO.

La neuralgia del trigémino (TN) es un trastorno caracterizado por dolor crónico e incapacitante a lo largo del nervio trigémino, que es responsable de la sensibilidad táctil, térmica y dolorosa de la cara. El paciente siente dolores agudos e intensos, como descargas o puñaladas, considerados “los peores del mundo”.

Pueden durar desde segundos hasta minutos y ocurrir varias veces al día. En algunos casos, afectan sólo a un lado de la cara. En el caso de Carolina es bilateral, es decir, las molestias vienen de ambos lados.

"Definitivamente es uno de los peores dolores que existen. Las convulsiones pueden ser espontáneas o desencadenadas por el movimiento de la boca para hablar o comer, la presencia de alimentos fríos, el acto de cepillarse los dientes o incluso un simple toque en la cara", dice Vinícius Boaratti Ciarlariello, neurólogo del Departamento de Pacientes Graves del Hospital Israelita Albert Einstein, en São Paulo.

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Explica que existen tres causas principales relacionadas con la enfermedad. Una es cuando el nervio es comprimido por los vasos y arterias que lo rodean, provocando que se "dispare" como si de un cortocircuito se tratase.

Otra es cuando la neuralgia se presenta secundaria a otros problemas de salud, como enfermedades inflamatorias de las meninges y nervios, herpes zóster, infecciones virales, tumores, aneurismas, esclerosis múltiple, entre otras.

"Finalmente, se denomina idiopático al grupo de pacientes en los que no existe ningún cambio anatómico que justifique la enfermedad. El diagnóstico de la enfermedad es clínico y debe realizarse mediante consulta médica con un neurólogo, asociada a investigaciones complementarias con pruebas de imagen cerebral y, en algunos casos, con recolección de líquido cefalorraquídeo, afirma.

La primera opción de tratamiento suele ser el uso de medicación . En muchos casos, se utilizan antidepresivos y anticonvulsivos para reducir las activaciones nerviosas anormales que causan dolor. Cuando los medicamentos no logran mantener el dolor bajo control, se considera la cirugía. Existen algunas técnicas, como la descompresión nerviosa, pero siempre son procedimientos invasivos, con riesgos y tasas de éxito variables.

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"Es importante tener en cuenta que los pacientes sometidos a procedimientos quirúrgicos aún pueden experimentar dolor, y esto no necesariamente los haría dejar de usar medicamentos. Lamentablemente, no se puede decir que la neuralgia del trigémino sea una enfermedad curable, al menos en la mayoría de los casos. Sin embargo, esto no significa que el paciente no pueda controlar su dolor de alguna manera. Ocasionalmente, es posible que los síntomas de algunos pacientes se resuelvan, aunque no es raro ver que los pacientes llamados “curados” vuelvan a tener dolor en algún momento de sus vidas en el futuro”, dice Ciarlariello.