O Globo - GDA
Un aire acondicionado es ciertamente uno de los elementos más codiciados cuando el clima llega a temperaturas extremas. Para hacerle frente a las cada vez más frecuentes olas de calor (hace poco Río de Janeiro registró más de 50 grados), hay quienes pueden optar por instalar este electrodoméstico. Sin embargo, muchos también se hacen una pregunta: ¿Pasar mucho tiempo en el aire acondicionado puede ser perjudicial para la salud?
Los especialistas consultados afirman que sí. Para el otorrinolaringólogo Danilo Sguillar, la mayor consecuencia del uso abusivo del aire acondicionado es el resecado de las mucosas de las vías respiratorias superiores, como narinas y garganta: “La persona queda más propensa a tener infecciones causadas por virus y bacterias y a cuadros respiratorios alérgicos”.
Quienes padecen rinitis y asma son las más vulnerables a los problemas causados por el exceso de aire acondicionado, de acuerdo al médico Pedro Bianchi, miembro del Departamento Científico de Asma de la Asociación Brasileña de Alergia. Por otro lado, el experto afirma que cuando estas condiciones están bien controladas, el riesgo de problemas disminuye.
Un recurso empleado regularmente es usar recipientes de agua o humidificadores de aire para intentar resolver la sequedad del aire. Sin embargo, los expertos aconsejan precaución cuando se recurre a estos métodos. “Si se usa por un corto período, el humidificador puede ayudar a mejorar la humedad del aire. Pero el uso prolongado puede crear un efecto rebote y favorecer la acumulación de hongos y otros microorganismos perjudiciales para la salud, lo que aumenta la propensión a cuadros de rinitis y otros problemas respiratorio”, explica Sguillar.
Además de la sequedad del aire causada por el uso de equipos de aire acondicionado, es clave su mantenimiento. Un equipo que no se mantiene en condiciones de higiene adecuadas, también puede dispersar en el aire partículas de ácaros y otros alérgenos que podrían desencadenar crisis de asma y rinitis. “La periodicidad de la limpieza y cambio de filtros varía según cada equipo y su tiempo de uso, pero como mínimo, limpiarlos una vez por semestre es una buena base”, detalla Bianchi.
Otra manera de cuidar la salud es beber suficiente agua a lo largo del día y lavar la nariz diariamente con suero fisiológico. Estas acciones también contribuyen a evitar la sequedad causada por el uso constante del aire acondicionado y los riesgos asociados a ello.
El otorrinolaringólogo João Vianney, afirma que el mayor problema en realidad es cómo se utiliza el aire acondicionado. “Lo ideal es no estar con el aire acondicionado durante largos períodos ni usar una temperatura muy baja”, aconseja. Según el profesional, la temperatura mínima recomendada es de 22ºC.
“Cuanto más baja sea la temperatura, menor será la humedad relativa del aire y mayor será la sequedad. Otro punto es que esto aumenta el riesgo de choque térmico, lo que puede llevar a un desequilibrio inmunológico en el individuo”, explica.
En cuanto al lapso de tiempo que es aconsejable mantener el aire prendido durante el día, Vianney recomienda abrir la ventana para ventilar el ambiente cada dos horas. Si esto no fuera posible, una opción es encender solo la ventilación del equipo, sin la función de enfriar el ambiente.
Por la noche, no es necesario, y mucho menos recomendado, levantarse para apagar el aire o ventilar el ambiente. En este caso, una opción es programar el equipo para que se apague solo o usarlo toda la noche a una temperatura agradable, no muy fría.
“Durante el día, la temperatura corporal es de 36ºC a 37ºC, dependiendo del individuo. Cuando dormimos, esta temperatura desciende alrededor de 1 grado. Un ambiente muy frío o muy caliente puede causar perjuicios en el sueño”, concluye el médico.
Cómo cuidar del aparato que nos refrescará
Aunque los precios de los aires acondicionados han descendido significativamente, no por eso hay que descuidar su mantenimiento. Acá, unos piques para que el AC dure más y pueda cumplir con sus funciones:
—El deflector de los aires acondicionados tiende a acumular polvo debido a los movimientos que realiza para circular el aire. Limpiarlo con un paño humedecido en agua eliminará las pelusas y partículas de polvo adicionales.
—Limpieza de filtros: Se recomienda hacerlo al menos dos veces al año
—Medición del nivel de gas: Esta tarea debe ser realizada por un profesional, quien puede recargar el gas de manera adecuada.
—Controlar la temperatura: el cuerpo se siente cómodo entre los 22 y los 26 grados, y cada grado que bajemos aumentará en un 8% el gasto energético.