¿Qué le pasa a tu cuerpo cuando deja de fumar cigarrillos? Las mejoras significativas para la salud

El abandonar el consumo de tabaco puede ser un proceso complejo para quienes fuman habitualmente. Sin embargo, los beneficios de hacerlo comienzan a evidenciarse rápidamente.

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Un cigarrillo siendo partido a la mitad.
Un cigarrillo siendo partido a la mitad.
Foto: Freepik

Redacción El País
Al tomar la decisión de cesar el consumo de tabaco, el cuerpo inicia una transformación notable, pese a la dificultad que supone sobrellevar síntomas de abstinencia como ansiedad, irritabilidad y trastornos del sueño.

La Asociación Estadounidense del Pulmón (ALA, por sus siglas en inglés) afirmó que dejar de fumar desencadena una serie de ventajas significativas para la salud, y este hecho es respaldado por el doctor Robert Redfield, exdirector de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, abreviado en inglés).

Desde los primeros 20 minutos después de abandonar el cigarrillo, se empieza a registrar una reducción de la frecuencia cardíaca y la presión arterial. En los días sucesivos, los niveles de monóxido de carbono en sangre vuelven a la normalidad, y dentro de las siguientes semanas a meses, mejoran la circulación y la función pulmonar, según indica la Sociedad Americana contra el Cáncer (ACS).

En el largo plazo, al renunciar al tabaco, se reduce el riesgo de sufrir enfermedades pulmonares graves y cáncer de pulmón. Además, dejar de fumar fortalece el sistema inmunológico, mejora la salud ósea y aumenta la oxigenación muscular.

Un estudio presentado por la Sociedad Europea de Cardiología concluyó que dejar de fumar puede tener efectos preventivos contra ataques al corazón y accidentes cerebrovasculares (ACV) comparables con el impacto de ciertos medicamentos. "Los beneficios son incluso mayores de lo que pensábamos", explicó la doctora Tinka van Trier, investigadora del Centro Médico de la Universidad de Ámsterdam.

El cese en el consumo de cigarrillos también tiene un efecto positivo en los niveles hormonales, como el estrógeno, lo que puede tener implicaciones en la fertilidad. Asimismo, la probabilidad de desarrollar hasta 12 tipos de cáncer disminuye significativamente con el tiempo, de acuerdo con datos de la ACS.

Un estudio publicado en la revista JAMA Network Open, en el que participaron investigadores de la ACS, demostró que los fumadores presentan una tasa de mortalidad significativamente más alta. Abandonar el tabaco se vinculó con una reducción de este riesgo, especialmente cuando se deja de fumar a edades tempranas.

Además, existen beneficios visibles como la mejora de la condición de la piel, la reducción de arrugas, el blanqueamiento de dientes y uñas, así como la desaparición del característico olor a humo en el pelo y la ropa. Los sentidos del gusto y el olfato también se ven favorecidos al dejar de fumar.

En términos de salud cerebral, un estudio reciente en la revista científica "Journal of Alzheimer’s Disease" vinculó dejar el cigarrillo con una desaceleración del deterioro cognitivo, notando beneficios particulares en individuos que abandonaron el hábito en la mediana edad.

Este contenido fue hecho con la asistencia de inteligencia artificial y verificado por un periodista de El País.

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