El Universal/GDA
La quinoa se destaca por sus notables beneficios para la salud, especialmente en lo que respecta a la prevención de condiciones intestinales como la diverticulosis y podría considerarse un superalimento.
Esta es una semilla que a menudo se consume y se cocina como un cereal. Perteneciente a la misma familia que las espinacas y las remolachas, este grano antiguo se convirtió en un alimento indispensable en la dieta de muchas personas debido a su perfil nutricional único.
Contiene todos los aminoácidos esenciales, lo que la convierte en una proteína completa, comparable a las proteínas de origen animal. Además, es rica en vitaminas del grupo B, vitamina E y minerales como hierro, magnesio, fósforo, zinc y potasio.
La fibra dietética en la quinoa juega un papel crucial en la promoción de la salud digestiva, según un estudio publicado en Food Science and Technology. Esta fibra ayuda a mantener la regularidad intestinal, lo que es esencial para prevenir el estreñimiento.
Además, la fibra de la quinoa puede reducir el riesgo de desarrollar diverticulosis, una condición en la que se forman pequeñas bolsas en las paredes del colon, que pueden inflamarse y causar dolor. Al facilitar el tránsito intestinal, este grano contribuye a una mejor salud del colon y puede prevenir la aparición de otras condiciones intestinales.
El alto contenido de magnesio en este superalimento también ayuda a relajar los músculos del tracto intestinal, mejorando la digestión y reduciendo los espasmos. Este mineral es vital para numerosas funciones corporales, incluida la regulación de la presión arterial, lo que indirectamente beneficia la salud digestiva al mejorar el flujo sanguíneo hacia los intestinos.
Además de sus beneficios digestivos, la quinoa ayuda a reducir los niveles de colesterol gracias a su contenido en fibra y grasas saludables, como los ácidos grasos omega-3.
Estos nutrientes contribuyen a mejorar los niveles de colesterol HDL (bueno) y a disminuir los niveles de colesterolLDL (malo). Además, tiene un índice glucémico bajo, lo que la hace ideal para personas con diabetes tipo 2, ya que ayuda a estabilizar los niveles de azúcar en sangre y a prevenir los picos de glucosa.
Los antioxidantes presentes en la quinoa, como la quercetina y el kaempferol, ayudan a combatir los radicales libres y a reducir el estrés oxidativo, disminuyendo el riesgo de cáncer. Estos compuestos también poseen propiedades antiinflamatorias que pueden prevenir diversas enfermedades crónicas.
¿Cómo consumir la quinoa?
Incluir la quinoa en la dieta es sencillo debido a su versatilidad. Puede ser utilizada en ensaladas, sopas o como acompañamiento similar al arroz. Para prepararla, es importante enjuagar bien las semillas para eliminar las saponinas, compuestos naturales que pueden darle un sabor amargo.
Luego, se cocina utilizando una proporción de una taza de quinoa por dos tazas de agua, llevándola a ebullición y luego cocinándola a fuego lento durante 15-20 minutos.
La consulta a un profesional de la salud antes de incorporar cualquier alimento a la dieta siempre es recomendable, por más sano y lleno de beneficios que este pueda estar.