O Globo / GDA
El pasado viernes, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó una lista de 15 bacterias que considera una amenaza para la salud humana. El criterio utilizado por la institución es, especialmente, la creciente resistencia de estos microorganismos a los antibióticos.
La lista es una actualización de una realizada en 2017 y, con esta publicación, la OMS vuelve a alertar del peligro de una creciente resistencia a los antimicrobianos de determinados patógenos y de la necesidad de desarrollar nuevos tratamientos.
Según la OMS, la resistencia a los antibióticos causa alrededor de 1,27 millones de muertes directas al año y contribuye a otros 4,19 millones de muertes adicionales.
¿Cuáles son las principales bacterias de la lista?
Las 15 bacterias están clasificadas en tres categorías de prioridad (media, alta y crítica), y en la última de ellas, la más urgente, la OMS colocó cuatro patógenos: Acinetobacter baumannii, Mycobacterium tuberculosis y dos tipos de enterobacterias resistentes a tratamientos con las clases de antibióticos carbapenems y cefalosporinas.
"Representan grandes amenazas globales por su gran impacto y su capacidad para resistir tratamientos y transmitir esta resistencia a otras bacterias", destacó la organización en un comunicado.
Entre las bacterias de alta prioridad se encuentran la salmonella y la shigella, con una alta incidencia, según la OMS, en los países en desarrollo, y otras que causan infecciones con frecuencia, como la pseudomonas aeruginosa o el estafilococo aureus.
Otras bacterias de la lista plantean desafíos para los sistemas de salud, incluidas infecciones persistentes y resistencia múltiple a los antibióticos, que requieren investigaciones e intervenciones de salud pública. "Desde que se publicó la lista por primera vez en 2017, la amenaza de la resistencia a los antimicrobianos se ha intensificado, socavando la eficacia de muchos antibióticos y poniendo en riesgo muchos avances de la medicina moderna, advirtió la jefa del departamento de antimicrobianos de la OMS", Yukiko.
Tragarse un antibiótico es como bombardear los billones de microorganismos que viven en el intestino y matar no solo a los malos, sino también a los buenos, explicó Martin Blaser, autor del libro SOS microbios: cómo el exceso de antibióticos aviva las plagas modernas y director del Centro de Biotecnología y Medicina Avanzada en la Universidad Rutgers.
Las bacterias resistentes a los medicamentos ya están en todos nosotros; las bacterias beneficiosas ayudan a mantenerlas controladas. Cuando un antibiótico elimina las bacterias beneficiosas, los microbios resistentes pueden prosperar y, por lo tanto, hacer que las infecciones presentes y futuras sean más difíciles de tratar. Con el uso excesivo de antibióticos, nuestros microbios están desapareciendo, una crisis con consecuencias de gran alcance que los científicos todavía no comprenden del todo. “Creo que la profesión de la salud, en general, ha sobrestimado de forma sistemática el valor de los antibióticos y subestimado su costo”, afirmó Blaser.
La resistencia antimicrobiana es una de las principales amenazas a la salud pública mundial, según la Organización Mundial de la Salud. Se calcula que cada año en Estados Unidos se producen 2,8 millones de infecciones resistentes a los antimicrobianos, las cuales provocan más de 35.000 muertes. Si tomas muchos antibióticos, corres un mayor riesgo de desarrollar una infección resistente a los antibióticos y contagiarla a otras personas. Eso puede contribuir al aumento de bacterias resistentes a los antibióticos, a veces denominadas superbacterias. Para colmo, tomar antibióticos con regularidad también puede hacerte más susceptible a otras enfermedades.
¿Qué es la resistencia a los antibióticos?
La resistencia se produce cuando bacterias, virus, hongos o parásitos dejan de responder a los medicamentos, empeorando las enfermedades y aumentando el riesgo de contagio, la mortalidad y la gravedad de determinadas patologías. El problema se debe en parte al abuso de antibióticos en muchos pacientes.
Un informe reciente de la OMS reveló que durante la pandemia de Covid-19 hubo un uso excesivo de antibióticos por parte de pacientes hospitalizados con la enfermedad, lo que puede haber exacerbado la resistencia.
Aunque sólo el 8% de los pacientes hospitalizados con Covid-19 presentaban también infecciones bacterianas que requirieron la administración de antibióticos, estos medicamentos fueron prescritos a tres de cada cuatro pacientes (75%).