Luis Bueno*
La retracción de las encías es una patología que mucha gente asocia al comienzo de la tercera edad (aunque también puede afectar a personas jóvenes). Los fanáticos de la serie Game of Thrones tal vez recuerden un diálogo entre el personaje Tyrion Lannister y unos mercaderes, en donde Lannister quiere convencerlos de apostar por las habilidades para el combate de Jorah Mormont, un guerrero que ya está medio veterano. Lannister dice algo así como “Sí, puede que tenga dientes largos, pero todavía fuerza y habilidad para pelear” (estamos parafraseando, no es una cita exacta).

Los “dientes largos” a los que se refiere el personaje es una expresión para ilustrar esa retracción de encías, una patología que lleva a que la encía justamente se retraiga, lo que deja al diente más largo ya que expone en mayor medida la raíz del diente.

Hay más de una causa para que esto ocurra, como veremos. Lo que nos interesa destacar es que el desarrollo de esta patología puede llevar varios meses, y que si se la deja sin tratamiento, va a continuar progresando.

Cuando empiezan a aparecer los primeros indicios de que los dientes parecen “alargarse”, quien se encuentra ante esa situación a veces queda desconcertado, pero pronto esa perplejidad dará lugar a quejas.

Y estas surgen a partir de que las retracciones de encías traen consigo varias consecuencias molestas y poco agradables. Para empezar, aumenta la sensibilidad en los dientes, lo cual dificulta la alimentación (la temperatura de los alimentos puede causar molestias). Pero hay otras consecuencias que también son un desafío de salud: mayor probabilidad de caries de raíz, una estética dental que no se ajusta a las convenciones sociales y hasta una posible pérdida de la pieza dental.

Foto: Pexels.

La sensiblidad al pasar el cepillo de dientes en la zona de la retracción lleva a veces a evitar higienizarse, lo cual da lugar a la inflamación de la encía, lo cual causa aun más retracción. El diente se hace cada vez más largo, esa hipersensibilidad continúa aumentando y no es infrecuente que empiece el mal aliento.

Dentro de las causas de la retracción de encías pueden figurar gingivitis y periodontitis (que son enfermedades infecciosas de las encías). Pero dicha retracción también puede presentarse como respuesta a causas no infecciosas como por ejemplo bruxismo, cepillado de dientes traumático, tratamientos de ortodoncia con fuerzas muy intensas o movimientos del diente donde no había hueso o frenillos que están cerca de la encía y dan lugar a que la encía se desplace.

El tabaquismo, así como también la diabetes no controlada, son otros fenómenos que favorecen a la aparición y desarrollo de la retracción.

¿Cómo se ataca a este problema? Primero se establecen y tratan las causas, para luego proceder al cubrimiento de la retracción en sí. El éxito del tratamiento dependerá de varios factores, como por ejemplo:

• La experiencia del periodoncista.
  
• El instrumental y material que será utilizado durante el tratamiento.
  
• La severidad de la retracción (si no abarca el espacio entre los dientes el pronóstico es mucho más auspicioso).

Afortunadamente, la disciplina periodontal ha avanzando sustancialmente, y en la actualidad el éxito de un tratamiento ronda el 99% si las condiciones anteriormente mencionadas son favorables.

Foto: Freerange.

Hoy se utilizan injertos con factores de crecimiento para tratar dichas retracciones y estos son procedimientos indoloros y una vez realizado el tratamiento los resultados se mantienen por décadas. De todas maneras, es importante realizar una visita al periodoncista para mantener su salud bucal y evitar inflamación de sus encías, y lo ideal es hacer esta visita cada seis meses.

Recomendaciones adicionales incluyen usar cepillo dental de cerdas suaves y de alta calidad, hilo dental o cepillos proximales para la higiente entre los dientes y revisar la boca para identificar eventuales retracciones o frenillos que estén cerca de la encía.

*Doctor en periodoncia.
Mail: profesordrluisbueno@gmail.com
Web: www.drluisbueno.com.