Luis Bueno
¿Existe una relación entre la diabetes y periodontitis? Sí. Para empezar, se trata de dos enfermedades crónicas, no contagiosas y frecuentes en nuestra población. Por ejemplo: 1 de cada 10 uruguayos tiene diabetes y hay otro uruguayo dentro de estos 10 que no está diagnosticado. A su vez, 3 a 4 de cada 10 tiene periodontitis, y muchos de ellos no saben que la padecen.
La diabetes es una enfermedad grave, en la que el cuerpo no produce o no utiliza adecuadamente la insulina, una hormona necesaria para convertir el azúcar, los almidones y otros alimentos en energía vital.
La periodontitis, por su lado, es una afección silenciosa con síntomas que incluyen sangrado al cepillarnos los dientes, mal aliento, dientes flojos, más largos y/o separados, pero difícilmente dolor. Es por esto que la consulta por lo general es tardía.
La periodontitis es una infección crónica localizada en la encía causada por bacterias, y agravada por diferentes factores de riesgo; entre ellos: diabetes, estrés y adicción al tabaco.
También es una de las principales complicaciones de la diabetes; por lo tanto es importante que las personas que padecen esta enfermedad sean conscientes de su existencia y su tratamiento.
Como la periodontitis es fuente de bacteriemia -bacterias que pasan a la sangre- afecta a diferentes sistemas y órganos agrava diferentes enfermedades preexistentes, como la diabetes.
La periodontitis aumenta la inflamación a nivel de todo el organismo, lo cual eleva los valores de azúcar en la sangre. Esto contribuye a aumentar los períodos de tiempo en los que el cuerpo funciona con un nivel de azúcar en la sangre perjudicial. En consecuencia, es importante que las personas con diabetes traten la periodontitis para eliminar la infección y así lograr un mejor control metabólico.
Las bacterias de la periodontitis se transmiten de la madre a su bebé, y también en una relación de pareja. Para que se desarrolle la enfermedad, la persona tiene que tener lo que se llama susceptibilidad (predisposición heredada). Es por esto que tanto la mamá como los integrantes de una pareja deben tener sus encías sanas.
Como ya he dicho: la periodontitis lleva a la pérdida de los dientes, lo que puede dificultar la masticación y la digestión de los alimentos. Para las personas con diabetes, esto puede tener un impacto devastador en la capacidad de mantener una nutrición adecuada y controlar los niveles de azúcar en sangre.
Cuando consulte al odontólogo, pídale que le realice un periodontograma y le informe si tiene o no periodontitis. Los pacientes diabéticos tienen tres veces más probabilidad de tener periodontitis que pacientes sanos.
La periodontitis, además, aumenta el riesgo de desarrollar diabetes gestacional (diabetes durante el embarazo) y partos prematuros con niños de bajo peso al nacer.
La buena noticia es que un paciente con diabetes puede tratar la periodontitis y mejorar así sustancialmente los valores de glicemia y, por ende, su calidad de vida. Al hacerlo, disminuyen los niveles de azúcar en sangre, lo que sugiere que el tratamiento de la enfermedad periodontal reduce los requisitos de insulina.
Como vemos, existe una relación bidireccional entre periodontitis y diabetes: los pacientes con ambas enfermedades tienen una mayor incidencia de mortalidad cardíaca y renal que aquellos con diabetes, pero sin periodontitis.
La prevención y el control de esta última deben considerarse como parte integral del control de la diabetes y al tratar a su paciente con diabetes, todo médico debe tener la seguridad que no tenga periodontitis.
Si usted presenta periodontitis significa que tiene una úlcera en la parte interna de la encía (que no se ve) del tamaño de una palma de la mano de pus que la ingiere permanentemente, lo que da lugar a liberar moléculas que alteran muchos mecanismos del organismo, entre ellos, el control de la glicemia.
Por otro lado, su periodoncista debe tener muy claro su situación en cuanto a su diabetes como, por ejemplo, cuánto hace que la padece, cómo están los valores de hemoglobina glicosilada y glicemia, cómo es su dieta, ejercicio y cómo controla su estrés, si es que lo hace.
Si tiene diabetes debe programar una cita con su periodoncista en la mañana, después de haber ingerido un desayuno habitual para estabilizar y prevenir una caída severa o repentina de los niveles de azúcar en sangre.
Una vez que se determine el plan de tratamiento para sus encías, su periodoncista y su médico deben trabajar en coordinación para ayudarlo a controlar tanto su diabetes como su periodontitis.
Recuerde: la diabetes bajo control nos permite tener una vida normal; la periodontitis se previene y se trata, permitiendo mantener saludables nuestro dientes de por vida. Si un integrante de su familia tiene periodontitis, también debe recibir diagnóstico el resto de la familia.
Por último: los pacientes con diabetes y periodontitis tiene mayor riesgo de disfunción eréctil, enfermedades cardiovasculares, partos prematuros, enfermedades crónicas pulmonares y cáncer.
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