Cuando hay hinchazón y sensibilidad en una o más de las articulaciones, aparece el diagnóstico de artritis. Hay diversos tratamientos según el tipo de artritis detectada, pero todos comparten el mismo objetivo de reducir el dolor y mejorar la calidad de vida.
Artritis reumatoide.
Es un trastorno inflamatorio crónico que puede afectar piel, ojos, pulmones, corazón y vasos sanguíneos. Se clasifica como un trastorno autoinmunitario que ocurre cuando el sistema ataca por error los tejidos del organismo.
Puede causar erosión ósea y deformación en las articulaciones, ya que afecta el revestimiento de las mismas. Los síntomas incluyen articulaciones sensibles, calientes e hinchadas; rigidez articular que tiende a empeorar por las mañanas o luego de un lapso de inactividad; y cansancio, fiebre, pérdida de apetito.
La artritis reumatoide tiende a afectar primero las articulaciones más pequeñas, especialmente las que están en los dedos de manos y pies. Luego, puede extenderse a muñecas, rodillas, tobillos, codos, cadera y hombros.
Artritis del pulgar.
Este tipo de artritis es más propoensa a aparecer a medida que se envejece, y se produce cuando hay deterioro de los extremos de los huesos que forman la articulación en la base del pulgar.
Causa dolor intenso, inflamación, disminución de fuerza y del rango de movimiento, lo que dificulta la realización de tareas simples, como abrir frascos.
Otros signos del padecimiento son: sensibilidad en la base del pulgar, disminución de la fuerza al pellizcar o sostener objetos, disminución de la amplitud del movimiento y aspecto alargado o huesudo de la articulación de la base del pulgar, según explica la Clínica Mayo.
Osteoartritis.
Es la forma más común de artritis y se produce cuando el cartílago que amortigua los extremos de los huesos se desgasta con el tiempo. Esta puede dañar cualquier articulación, sin embargo, su presencia es más común en manos, rodillas, caderas y columna vertebral.
Los síntomas pueden controlarse, a pesar de que el daño no pueda revertirse. Se recomienda realizar actividad física de forma regular, mantener un peso saludable y recibir tratamientos que retrasen el avance de la enfermedad.
(Por El Tiempo GDA)