Todas las relaciones humanas suelen ser complejas, pero las de pareja aún más. Existe un tipo de vínculo que involucra emociones y sentimientos; tienen intimidad, pero nunca llegan a formalizar. Se conoce como 'situationship' y puede provocar mucha confusión e incertidumbre.
Para el psicoterapeuta Humberto Briceño, el término refiere a una "valoración excesiva". Lo explicó así: "Los jóvenes, principalmente, con encuentros sexo-afectivos, suelen idealizar, y al no llegar materializarse en una relación estable o en un proceso de enamoramiento como comúnmente se conoce, se generan estragos en su vida emocional”.
El sociólogo, filósofo y ensayista polaco-británico Zygmunt Bauman reconoce a estos tipos de relaciones como “Amor líquido” o “Modernidad líquida”. Se refiere a que las personas no quieren tener una relación, pero sí quieren relacionarse.
Briceño opina que esto tiene que ver con que consolidar una relación implica un compromiso que los jóvenes no están dispuestos a asumir. “En lugar de quedarse con una sola persona, buscan seguir relacionándose en esta actitud consumista, donde les aterra el futuro”, agrega.
Pros y cons de una ‘Situationship’.
Beneficios:
Tener acceso por instantes a experiencias íntimas sexo afectivas como el cariño, la compañía, el sostén emocional, etc.
Autoconocimiento: También es una oportunidad para experimentar, descubrir nuevos placeres y explorar qué aspectos de las relaciones se disfrutan más o menos, para así ponerlas en práctica cuando ya se tenga una relación.
Riegos:
Engancharse: Esto es totalmente natural cuando uno tiene una experiencia profunda con alguien. Siente la sensación de ser descartado y eso puede ser muy traumático.
Atenta contra el valor de uno mismo: La persona lo interioriza en un sitio en su mente y lo más seguro es que sea afectado a pesar de que racionalmente podemos estar de acuerdo, emocionalmente no.
La falta de reglas explícitas: Esto puede llevar a malentendidos o conflictos internos que desencadenen emociones negativas de celos o simplemente no entender qué son en realidad.
¿Cómo terminar una ‘Situationship’ si me encuentro en ella?
Más allá de responder a la pregunta de cómo terminar una ‘Situationship’, según Briceño, lo importante es preguntarnos cómo terminar con un vínculo que nos ha comprometido, sin importar el tiempo que haya conllevado.
Dar un cierre: En este, no necesariamente considerar a la persona si está dispuesta a darlo o no, pero es un trabajo personas, ya que cerrando relaciones podemos reconocer si hay alguna tendencia a la dependencia o a la obsesividad.
Acudir a un psicoterapeuta: Para que nos ayude o enseñe a dar un cierre y en cualquier tipo de situación futura parecida ya sepamos qué hacer.
Razones por las que duele más terminar una ‘situationship’ que una relación de pareja
Por la ambigüedad: Esto debido a que es un tipo de vínculo ambiguo, como diría Bauman, líquido, ello no se puede agarrar; en cambio, en una relación de pareja formalizada uno ya tiene etiquetas.
Por la exclusividad: Como hay un vínculo profundo afectivo, suele ser muy difícil salir de ahí, ya que se asume que la pareja no está saliendo con otra persona, por lo que se está construyendo, pero al mismo tiempo no hay un compromiso de por medio y es más difícil reclamar.
La dependencia: Los compromisos de compartir afectivo, se pueden convertir en dependencia y cuando se tiene un cierre, duele. Dejar de tener la expectativa de que va a seguir sucediendo o que puede llegar a formalizarse es duro de sobrellevar.
Cabe resaltar que sea cual sea el tipo de relación que se lleve, debe haber responsabilidad afectiva y una buena comunicación entre ambas partes para que nadie salga herido, siempre es mejor dejar las cosas claras desde un inicio.