Laura Espinoza Busato, El Comercio/GDA
El Síndrome de Guillain-Barré se caracteriza por afectar la sensibilidad y movilidad de los nervios. Augusto Quispe Chau, profesor de la Facultad de Medicina Humana de la Universidad de Piura y especialista en Medicina Preventiva y Comunitaria, menciona que, la mayoría de veces, requiere que los pacientes sean atendidos en cuidados intensivos.

“Si bien no se considera una enfermedad infectocontagiosa, si hay un antecedente en el paciente de una infección previa, ésta contribuye a que se desarrolle el síndrome. Puede haber un antecedente de una infección digestiva o por una bacteria relacionada a la respiración (como Covid-19 o influenza)”, explica el experto.

Luego de una semana de haber tenido la infección, el cuerpo reacciona contra sus propias células, sobre todo las células nerviosas. Los síntomas empiezan por las extremidades superiores e inferiores y van ascendiendo hasta comprometer muchas veces los músculos respiratorios. Por ese motivo es que el paciente debe ser manejado en cuidados intensivos.

El especialista menciona los siguientes:

• Adormecimientos o pérdidas de miembros superiores de manera progresiva
• Pérdida de fuerza corporal para agarrar objetos o caminar
• Sensación de hormigueo o adormecimiento en manos y pies
• Diarrea
• Infección gastrointestinal o respiratoria en las últimas dos semanas o un mes antes de su aparición

El doctor Quispe recomienda cuidar especial atención a personas que hayan tenido alguna infección de tipo respiratoria o gastrointestinal. Además, está asociado al sexo, en tanto afecta más a los varones que a las mujeres.

El Síndrome de Guillain-Barré no tiene cura. Sin embargo, existen dos tipos de tratamiento, que pueden acelerar la recuperación y reducir la gravedad de los síntomas.

Intercambio de plasma (plasmaféresis): Este tratamiento consiste en extraer los glóbulos rojos y se separan de la porción de plasma líquido de la sangre. Luego, el cuerpo va produciendo ese plasma que se extrajo. Este tratamiento puede liberar anticuerpos específicos en el plasma que ayudan en el ataque del sistema inmunitario.

Terapia de inmunoglobulina: Las inmunoglobulinas administradas por vía intravenosa contienen anticuerpos sanos de donantes de sangre. Las dosis altas de inmunoglobulina pueden prevenir anticuerpos peligrosos que podrían causar el Síndrome de Guillain-Barré.

Fisioterapia para el Síndrome de Guillain-Barré: Según MayoClinic, los pacientes que tienen este síndrome, necesitan ayuda física y fisioterapia antes y durante el proceso de recuperación para mantener los músculos flexibles y fuertes, y ayudar al cuerpo a lidiar con la fatiga, recuperar la fuerza y el movimiento adecuado.

Entrenamiento con dispositivos de adaptación: Debe brindarse al paciente elementos como una silla de ruedas o aparatos ortopédicos, para brindar movilidad y habilidades de cuidado personal.

Finalmente, el doctor Quispe menciona que la recuperación en cada paciente es variable. Si el paciente recibe una rehabilitación oportuna, puede que al cabo de un año empiece a recuperarse.