Elim Johanna Alonso Dorado, El Tiempo/GDA
Entre los tipos de demencia que existen, el Alzheimer es el más común entre la población mundial. La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que más de 55 millones de personas, entre las que el 8,1 % son mujeres y el 5,4 % son hombres mayores de 65 años, tienen demencia.
La enfermedad de Alzheimer es un trastorno que se caracteriza por cambios en el cerebro que derivan en depósitos de ciertas proteínas. Además, hace que el cerebro se encoja y que las neuronas cerebrales mueran, explica Mayo Clinic. También, se presenta un deterioro gradual en la memoria, el pensamiento, el comportamiento y las habilidades sociales de la persona.
A pesar de ser una afección frecuente, la enfermedad del Alzheimer sigue teniendo varias incógnitas dentro de la medicina.
Investigadores del Hospital Universidad del Norte, el Instituto Colombiano de Neuropedagogía, el Instituto Fleni de Argentina y de Uninorte están llevando a cabo un estudio que pretende dar con las causas del Alzheimer en personas mayores de 65 años a partir de las variantes genéticas y prever cómo y qué tan rápido puede desarrollarse en los pacientes.
Síntomas que indican que puede padecer de Alzhéimer.
Pérdida de la memoria. La primera manifestación es el olvido, sin recuperación de la información, según explicó la doctora Nohemí Meza, miembro de la Asociación Colombiana de Neurología y neuróloga en el Hospital de la Universidad del Norte.
Según señaló, a cualquier persona puede olvidársele algo esporádicamente, pero empieza a ser un signo de alerta cuando alguien olvida información y no la puede recordar aunque tenga pistas. En un principio, los pacientes pueden tener dificultad para recordar eventos o conversaciones recientes.
Problemas de lenguaje. Meza también comentó que cuando la enfermedad va avanzando, el paciente empieza a tener problemas en la palabra, lo que quiere decir que el discurso no es fluido. Esta es la segunda característica primordial del Alzheimer. La enfermedad también puede provocar que a la persona se le dificulte concentrarse y pensar, en especial si se trata de conceptos abstractos, como los números, señala Mayo Clinic.
Episodios de desorientación. La neuróloga Meza explicó que, cuando la enfermedad está más avanzada, la persona puede pasar por episodios de desorientación en los cuales se olvida la ruta del día a día. El paciente puede salir y perderse en la calle al olvidar ubicaciones que ya conoce o, incluso, quedar desubicado dentro de su propia casa.
Problemas de conducta. “Generalmente, cuando hablamos de demencias, es cuando el paciente pierde las capacidades de realizar las actividades de su vida diaria habitual. En los problemas de comportamiento, empiezan a hacer cosas que habitualmente no hacían. Por ejemplo, no se quiere bañar porque cree que ya lo hizo”, describió la neuróloga.
De igual modo, explicó que la persona puede volverse irritable o agresiva porque es un mecanismo de defensa ante la frustración por las mismas cosas que olvida o cuando es confrontada.
Mayo Clinic coincide en que la enfermedad del Alzheimer puede afectar el estado de ánimo y el comportamiento. Puede presentarse depresión, pérdida de interés por actividades, aislamiento social, cambios del estado de ánimo, desconfianza de otras personas, ira o agresividad, cambios en los hábitos de sueño, desorientación y desinhibición o delirios, como creer que le han robado algo.
La importancia de un diagnóstico temprano.
Los expertos aclaran que la enfermedad de Alzhéimer no es parte del proceso normal de envejecimiento. Sin embargo, al envejecer aumentan las probabilidades de desarrollarla. “La demencia senil ya no existe, es un término que guardamos hace rato. Porque es como decirle a todas las personas mayores de 60 años que obligatoriamente tendrían que tener deterioro cognitivo”, explicó Meza.
“Lo ideal es la consulta temprana”, recalca, y explica que ahora hay más casos precisamente porque antes las personas no consultaban sino que normalizaban la situación en los adultos mayores.
“El consejo más importante es no normalizar los deterioros o defectos que tengamos. Es más importante pecar por exceso que por defecto. Es preferible que consulten por cosas que de pronto no son tan específicas a que no consulten. Porque a veces se presenta el paciente cuando tiene mayor deterioro”, aseguró la neuróloga.
Factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar Alzheimer.
Jorge Vélez Valbuena, doctor en ciencias médicas, docente del Departamento de Ingeniería Industrial de Uninorte y líder del proyecto de investigación que adelanta la Universidad sobre el Alzhéimer, explica que esta enfermedad es causada por genes específicos que tiene cada persona, en especial dentro de una de las dos formas que hay de Alzhéimer, la familiar. La que estudian actualmente es la esporádica, que se diagnostica en más del 95 % de los casos.
“En el caso de la enfermedad de Alzheimer esporádica no existe una mutación reportada que causa la enfermedad, lo que sí existe son variantes genéticas. Es decir, nucleótidos alrededor de todo el genoma que cuando se cambian pueden aumentar el riesgo de que la persona sufra de la enfermedad, pero no implica necesariamente que la vayan a sufrir”, señaló el doctor, indicando que la forma esporádica es más difícil de estudiar por que “es una suma de efectos pequeños”.
Otro de los enfoques que tienen los médicos es la prevención de la enfermedad, que es a largo plazo. “Hay factores de riesgo como la alimentación, la educación, el ejercicio, el tipo de dieta, un montón de cosas más que pudieron ayudar contribuir al deterioro”, señaló. Y agregó: “No puedo quitarme los genes; tengo 50 % de mi mamá y 50 % de mi papá y es lo que hay. Pero hay otras cosas que sí puedo cambiar”.
Meza también expuso que, entre las medidas que una persona puede tomar para evitar desarrollar la enfermedad de Alzheimer, es la alimentación.
“En este momento es el boom en neurología. Hay que tratar de comer menos procesados, más sano y menos alimentos que produzcan cargas inflamatorias al sistema”, aseguró, indicando que no hay una dieta específica sino que lo importante es tener comidas sanas.
“Nuestra apuesta es la detección temprana a partir de la genética”, resaltó Vélez. Por ahora, tienen contempladas dos fases, la primera es la identificación de voluntarios con enfermedad de Alzheimer esporádica (400 personas) y voluntarios sin la enfermedad (otros 400 voluntarios).
Hasta noviembre de 2023, el estudio lleva un año de desarrollo y esperan terminar para el 31 de octubre del 2026. Por ahora, continúan en la fase de reclutamiento, ya llevan 500 voluntarios, con y sin la enfermedad. “Ya tenemos genomas completos reportados por el servicio técnico para 380 pacientes y nos falta procesar el resto”, aseguró Vélez.
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