SALUD

¿Tardás más en realizar las tareas del día a día? Podría ser una señal de riesgo de demencia

Tardar más en hacer las tareas podría ser una señal simplemente de pérdida de la fuerza muscular, pero también en algunos casos podría ser una señal de demencia.

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¿Tarda más en realizar las tareas? Podría ser señal de riesgo de demencia.
Foto: Pixabay

Se da por sentado que los adultos mayores se vuelven más lentos físicamente a medida que envejecen, pero esto podría ser una señal no solo de pérdida de la fuerza muscular, sugiere un nuevo estudio. En algunos, podría ser una señal de demencia.

Unos investigadores australianos afirman que los hallazgos podrían ayudar a los profesionales de la salud a identificar antes el riesgo de demencia en los pacientes.

"No es frecuente que se realicen unas pruebas tanto de fuerza de agarre como del equilibrio y la movilidad en la práctica clínica, pero ambas son unas herramientas de detección baratas y sencillas", señaló el investigador sénior, Marc Sim, de la Universidad Edith Cowan, en Australia.

"Incorporar las pruebas de función muscular como parte de la evaluación de la demencia podría ser útil para identificar a los individuos con un riesgo alto, que podrían entonces beneficiarse de los programas de intervención primaria que buscan prevenir el inicio de la afección, por ejemplo una dieta saludable y un estilo de vida físicamente activo", planteó Sim en un comunicado de prensa de la universidad.

Su equipo utilizó datos del Estudio longitudinal del envejecimiento de las mujeres de Perth para examinar la relación entre la función muscular y la demencia. El estudio incluyó a unas 1,000 mujeres, con una edad promedio de 75 años.

Los investigadores midieron la fuerza de agarre de las mujeres, y el tiempo que tardaron en levantarse de una silla, caminar 3 metros (unos 10 pies), dar la vuelta y volver a sentarse. Esta es la prueba TUG (por las siglas en inglés de "levantarse y andar cronometrado"). Las mujeres repitieron estas pruebas cinco años más tarde.

A lo largo de los 15 años siguientes, se encontró que casi un 17 por ciento de las mujeres que participaron en el estudio habían tenido un evento de demencia, lo que incluyó a las hospitalizaciones y la muerte relacionadas con la demencia. Una fuerza de agarre más baja y una TUG más lenta fueron factores de riesgo significativos, independiente de los riesgos genéticos y de factores de estilo de vida como fumar, beber alcohol y los niveles de actividad física.

Las que tenían la fuerza de agarre más débil tenían más del doble de riesgo de sufrir un evento de demencia a una edad avanzada, en comparación con las mujeres más fuertes del estudio. De forma similar, las que tuvieron la TUG más lenta tenían más del doble de probabilidades de experimentar demencia que las mujeres más rápidas.

También es notable que las mujeres con las reducciones más grandes en el rendimiento en la TUG tuvieran más de cuatro veces más probabilidades de sufrir una muerte relacionada con la demencia que las mujeres más rápidas.

La fuerza de agarre se puede medir con facilidad mediante el uso de un dispositivo de mano llamado dinamómetro, apuntó Sim. Anotó que esto podría ser una medida de la salud cerebral, dada la naturaleza solapada del deterioro cognitivo y motor.

"Posiblemente debido a una variedad de similitudes subyacentes, la fuerza de agarre también podría ser una medida indicadora de la enfermedad cardiovascular, la inflamación y la fragilidad, que son factores de riesgo conocidos de la demencia", apuntó Sim.

"Un hallazgo emocionante fue que el deterioro en estas medidas se asoció con un riesgo sustancialmente alto, lo que significa que si podemos frenar este deterioro, quizá podamos prevenir las demencias a una edad avanzada", añadió. "Pero se necesitan más investigaciones en esta área".

The New York Times / Cara Murez

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