Emma Yasinski - The New York Times
Hasta hace un par de meses, Lucie Gendreau, de 66 años, nunca se había preocupado mucho por su audición. No había notado problemas y rara vez se exponía a niveles de ruido conocidos por causar pérdida auditiva. Cuando era más joven, ocasionalmente asistía a conciertos de Roberta Flack, pero nunca fue fanática del heavy metal a todo volumen. Prefería pasar horas en la biblioteca que en un ruidoso partido de fútbol.
Ahora tiene tinnitus leve desde los 30 años, pero hasta hace poco no había experimentado otros problemas auditivos. Lleva una vida tranquila, tanto literal como figurativamente, y ocasionalmente participa en ensayos clínicos en su tiempo libre.
En octubre, se sentó en una cabina insonorizada mientras investigadores le realizaron una prueba auditiva inusual. En lugar de pedirle que levantara la mano al escuchar un tono, le pidieron que repitiera palabras pronunciadas con diferentes niveles de ruido de fondo.
Se sorprendió por lo que escuchó —o, mejor dicho, no escuchó. “Simplemente no podía discernir las palabras”, dijo. Era como si todos hablaran otro idioma. “Fue una experiencia bastante frustrante.”
Resulta que Gendreau padece lo que los audiólogos llaman pérdida auditiva oculta, una condición en la que las personas pueden detectar sonidos pero tienen dificultades para entenderlos en entornos ruidosos. Una persona con pérdida auditiva oculta puede pasar una audiometría tradicional, levantar la mano cada vez que escucha un tono de diferente volumen y tono, y conversar con otra persona en una habitación tranquila. Pero si esa conversación se traslada a un bar lleno de gente, sentirá que su interlocutor habla un idioma incomprensible.
¿Cuántas personas tienen pérdida auditiva oculta?
No está claro cuántas personas sufren esta condición, descrita por primera vez en 2009. Los científicos aún están desarrollando pruebas para diagnosticarla, lo que es difícil porque muchas personas no notan el problema y no visitan al audiólogo.
Un estudio de 2018 encontró que esto describía al 15% de los pacientes, y otro de 2020 encontró que el 10% de los pacientes con quejas de pérdida auditiva se iban sin un diagnóstico claro.
Aunque el riesgo parece aumentar con la edad, la pérdida auditiva oculta tiende a manifestarse antes que la pérdida auditiva tradicional, incluso en estudiantes universitarios.
¿Qué causa la pérdida auditiva oculta?
Durante décadas, los científicos asumieron que las partes más susceptibles al daño por ruido eran los diminutos pelos de la cóclea, ubicados profundamente en nuestros oídos. Estos vibran cuando las ondas sonoras impactan los lados de nuestra cabeza. Cuando se dañan, es como si alguien bajara el volumen del mundo.
Sin embargo, en 2009, armados con nueva tecnología de imágenes, investigadores descubrieron que las células cerebrales que comunican estas vibraciones son aún más frágiles. Según Maison, las neuronas que responden a ruidos fuertes son las primeras en dañarse, lo que obliga al grupo diseñado para sonidos suaves a compensar. Esto significa que, en un lugar tranquilo, puedes entender un susurro, pero en una fiesta, ese grupo de células se satura y envía al cerebro un mensaje confuso.
¿Cómo saber si la tenés?
No existe una prueba concluyente para la pérdida auditiva oculta. Pero si tienes dificultades para seguir una conversación en una mesa llena de comensales, podrías tener esta condición.