La Nación, GDA
Dormir bien es fundamental para que el cuerpo y la mente se recuperen, se mantenga un buen estado de ánimo y se pueda enfrentar el día con energía. En ese sentido, una infusión natural está ganando popularidad por sus múltiples beneficios: el té de lavanda. Distinto al clásico tilo o la manzanilla, esta bebida suave y aromática ofrece un efecto relajante, ayuda a reducir el estrés y favorece un sueño profundo y reparador.

Si bien las infusiones con hierbas se utilizan desde tiempos antiguos para aliviar distintos malestares, es importante recordar que no sustituyen tratamientos médicos ni tienen una regulación similar a la de los medicamentos. Por eso, antes de incorporar cualquier remedio casero o natural de forma habitual, lo mejor es consultar con un profesional de la salud.

La lavanda es una planta aromática muy conocida por su uso en aceites esenciales y ambientadores, pero también tiene propiedades medicinales. Las flores de color violeta intenso son las partes más aprovechadas con fines terapéuticos, aunque también se usan sus hojas. Florece a comienzos del verano y se adapta bien a climas secos y soleados.

En cuanto a su uso como infusión, la ciencia respalda varios de sus beneficios. Por ejemplo, un estudio publicado en la revista European Journal of Applied Sciences concluyó que tomar té de lavanda antes de dormir puede mejorar la calidad del sueño, especialmente en personas jóvenes. Otro informe de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) indicó que el aceite de lavanda se puede usar para aliviar el estrés leve, el agotamiento mental y los problemas para dormir.

El aroma de la lavanda tiene un efecto tranquilizante casi inmediato. Beber su infusión puede ayudar a disminuir los niveles de ansiedad y mejorar el estado de ánimo general. Una investigación en personas mayores publicada en Complementary Therapies in Medicine encontró que esta hierba puede reducir marcadores de ansiedad y depresión.

También se le atribuyen propiedades digestivas. Aunque aún falta evidencia científica sólida, algunas investigaciones sugieren que puede aliviar molestias como cólicos, gases o infecciones intestinales. Un estudio difundido por la revista American Journal of Physiology mostró que la lavanda podría modular la microbiota intestinal y prevenir enfermedades inflamatorias como la colitis.

Además, es rica en antioxidantes, sustancias que protegen al cuerpo de los efectos del estrés oxidativo. También tiene acción antiinflamatoria, lo cual ayuda a reducir dolores y molestias, especialmente en momentos de tensión o fatiga.

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Hacer esta infusión es muy simple y no requiere más que dos ingredientes:

Ingredientes

• 1 taza de agua
• 1 cucharada de flores secas de lavanda (aptas para consumo)

Preparación

1. Colocar el agua en un recipiente y llevarla a hervir.
2. Cuando comience a hervir, apagar el fuego y añadir la lavanda.
3. Tapar y dejar reposar durante 5 minutos.
4. Colar antes de servir.

Se puede tomar caliente o tibia, idealmente unos 30 minutos antes de acostarse para favorecer la relajación. No es necesario endulzarla, ya que su sabor es suave y ligeramente floral, pero si se desea, se puede agregar un poco de miel.

El té de lavanda no solo es una bebida reconfortante: también puede ser una herramienta útil para quienes buscan mejorar su descanso nocturno de forma natural. Su efecto relajante, combinado con propiedades antioxidantes y digestivas, lo convierten en una alternativa sencilla y saludable para acompañar una rutina de descanso consciente.