Redacción El País
La realidad es que el riesgo de contagio de toxoplasmosis por un gato es bajo (aunque no puede descartarse, claro). La transmisión ocurre principalmente por el consumo de carne cruda o mal cocida y por una higiene inadecuada en el manejo de las heces del gato.

Otros mitos comunes giran en torno a enfermedades como la bartonelosis (fiebre por arañazo de gato) y los parásitos internos. Sin embargo, con una adecuada higiene y control veterinario, estos riesgos se minimizan significativamente.

En cuanto a los virus que afectan a los gatos (FeLV, FHV, FCV y VIF), estos no representan un peligro directo para los humanos, pero pueden comprometer la salud de los felinos.

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Para garantizar una convivencia saludable con tu gato y proteger a tu familia, es fundamental:

• Vacunación: La vacuna triple felina y la vacuna contra la leucemia son esenciales.
  
• Control de parásitos: Desparasitación interna y externa regular.
  
• Higiene: Limpieza diaria de la caja de arena y lavado de manos.
  
• Nutrición adecuada: Una dieta balanceada fortalece el sistema inmunológico.
  
• Control de estrés: Un ambiente tranquilo reduce el riesgo de enfermedades.
  
• Chequeos veterinarios: Visitas regulares para detectar cualquier problema a tiempo.
  
• Esterilización: Reduce el riesgo de enfermedades transmitidas por otros animales.

En conclusión, los gatos pueden ser excelentes compañeros si se toman las precauciones necesarias. Desterrar los mitos y seguir las recomendaciones de los veterinarios es clave para disfrutar de una convivencia sana y feliz.

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