La Nación/GDA
Mantener una dentadura saludable requiere constancia y atención sobre la higiene bucal. Para eso, los odontólogos aconsejan seguir algunos cuidados básicos.

Una buena salud bucal previene enfermedades como las caries y la enfermedad periodontal, las cuales pueden tener implicaciones más allá de la boca, lo que incluye problemas cardíacos y complicaciones en el embarazo, según la Clínica Abarno. Además, una dentadura sana facilita la alimentación adecuada y previene el mal aliento.

El cepillado adecuado es fundamental. Se recomienda limpiarse la dentadura al menos dos veces al día con una pasta dental con flúor, con movimientos circulares y especial atención a todas las superficies de estos huesos, incluida la lengua, según el Instituto Nacional de Investigación Dental y Craneofacial. Además, el uso del hilo dental una vez al día es crucial para eliminar la placa bacteriana que se acumula entre los dientes y que el cepillo no puede alcanzar.

Es importante cambiar el cepillo dental cada tres meses o cuando las cerdas estén desgastadas. Un cepillo en buen estado es más efectivo para eliminar la placa y prevenir enfermedades bucales. El flúor es un elemento clave en la prevención de la caries. Este puede encontrarse en pastas dentífricas y en tratamientos aplicados por el dentista, y logra fortalecer el esmalte y lo hace más resistente a los ataques de ácidos producidos por las bacterias en la boca.

La dieta también juega un papel crucial en la salud dental. Es recomendable limitar el consumo de azúcares y alimentos ácidos, ya que estos pueden erosionar el esmalte. En su lugar, se deben consumir alimentos ricos en calcio, como los lácteos, que ayudan a mantener los dientes fuertes. Asimismo, evitar el tabaco y el alcohol es esencial, ya que estos hábitos aumentan el riesgo de enfermedades periodontales y cáncer oral.

Las visitas al odontólogo deben realizarse al menos una vez al año, preferiblemente dos, para realizar limpiezas profesionales y chequeos preventivos. Esto permite detectar y tratar problemas en etapas tempranas, antes de que se conviertan en afecciones más graves.

• Enjuagar la boca con agua después de consumir alimentos o bebidas ácidas y esperar 30 minutos antes de cepillarse para evitar el desgaste del esmalte.
• Utilizar chicles sin azúcar cuando no sea posible cepillarse, ya que ayudan a estimular la saliva y limpiar los restos de comida.
• Utilizar protectores bucales durante la práctica de deportes para prevenir daños.