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Existe una vida microscópica que se esconde en los lugares más inesperados de tu baño. Un nuevo estudio de científicos de la Universidad Northwestern, en Illinois, Estados Unidos, descubrió una enorme diversidad de virus, algunos de ellos nunca antes vistos, en cepillos de dientes y duchas.
Los investigadores identificaron microorganismos conocidos como bacteriófagos, también llamados fagos, que son virus que infectan y se multiplican dentro de las bacterias. Aunque esta idea pueda parecer alarmante, estos organismos son en realidad posibles aliados, y se están estudiando como alternativa a los antibióticos o para tratar infecciones bacterianas resistentes a medicamentos.
En el nuevo estudio, publicado en la revista Frontiers in Microbiomes, los microbiólogos usaron cepillos de dientes de voluntarios y analizaron muestras recolectadas de los rociadores (la parte perforada por donde sale el agua) de las duchas. El baño fue elegido como objetivo del estudio debido a la preocupación frecuente de que las superficies se puedan contaminar por los aerosoles generados al tirar de la cadena del inodoro.
“La cantidad de virus que encontramos es totalmente asombrosa”, dijo al SciTechDaily la investigadora Erica M. Hartmann, líder del estudio. “Encontramos muchos virus sobre los cuales tenemos poca información y otros que nunca habíamos visto antes. Es increíble cuánta biodiversidad inexplorada nos rodea”.
El equipo primero catalogó las bacterias encontradas y luego utilizó el secuenciamiento de ADN para analizar los virus presentes en las mismas muestras. Había más de 600 diferentes.
Entre los microorganismos más comunes estaban los micobacteriófagos, que infectan micobacterias, un grupo de patógenos que causan enfermedades como la tuberculosis, infecciones pulmonares y la lepra. Según los investigadores, este hallazgo podría ser útil para futuros tratamientos de estas enfermedades.
“Podríamos utilizar estos micobacteriófagos como estrategia para eliminar patógenos en los sistemas de agua y alcantarillado”, afirmó la investigadora. “Queremos entender todas las funciones de estos virus y descubrir cómo podemos utilizarlos”.
A pesar del descubrimiento de esta vasta población de microorganismos, Hartmann enfatiza que no hay razón para alarmarse en cuanto a la higiene de nuestros baños. Para ella, es mejor evitar el exceso de productos desinfectantes y seguir algunas recomendaciones básicas. Para limpiar la ducha, recomienda dejarla en remojo con vinagre para eliminar el calcio acumulado que obstruye la salida del agua. En cuanto a los cepillos de dientes, lo mejor es reemplazarlos regularmente.
“Los microbios están por todas partes, y la gran mayoría no causa enfermedades. Cuanto más los atacas con desinfectantes, más riesgo tienes de que desarrollen resistencia y se vuelvan más difíciles de tratar”, advirtió.
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