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¿Cómo se sentiría si llega a un evento familiar y no reconoce a nadie? ¿O empieza a leer una novela y no entiende la trama? Imagine que hace un viaje increíble y, días después, no recuerda nada... Eso es el Alzhéimer, la forma más común de demencia.

“Se la considera una enfermedad relacionada con el estilo de vida. Aunque no tiene cura, se sabe que tiene una fase preclínica extensa: comienza a formarse aproximadamente 30 años antes de que aparezcan los primeros síntomas. Por eso, el momento de empezar a cuidar tu cerebro es ahora”, afirma Alessandra Rascovski, endocrinóloga, creadora junto a la Asociación Brasileña de Alzhaimer, del proyecto socioeducativo "Cerebro en acción".

Se estima 57 millones de personas tienen demencia en el mundo y de ellas, 50 millones tienen Alzheimer. Y la cifra aumentará: la proyección de aumento en el número de personas con Alzheimer en EE.UU. de 2019 a 2050, es del 100% y en Brasil, de 200%.

Rascovski explica que "Cerebro en acción" procura enseñar cuáles son los 12 factores prevenibles para el Alzhéimer y, sobre todo, poner ese aprendizaje en práctica. “Queremos destacar la importancia de la prevención de la demencia. A nivel mundial, los 12 factores de riesgo para el Alzheimer son responsables del 40% de los casos de demencia”. Acá, los 12 factores a tener en cuenta:

1. Hipertensión arterial
Esta condición aumenta la mortalidad general en un 72% en 10 años. Entre los 50 y 75 años, la presión arterial ligeramente elevada ya incrementa en un 45% el riesgo de demencia. Mida su presión regularmente, especialmente a partir de los 40 años. Una forma de prevenirla es reducir el consumo de sal. La dosis diaria recomendada es de hasta cinco gramos.

2. Escolarización
La infancia es un período clave para estudiar y cuantos más años se estudia, mayor es la reserva cognitiva. Estudiar a cualquier edad protege al cerebro.

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3. Deficiencia auditiva
Está asociada con una baja reserva cognitiva (la capacidad de resistencia del cerebro a las lesiones). No escuchar aísla a los adultos mayores y, en algunos casos, el uso de aparatos auditivos puede revertir su declive cognitivo. Sin embargo, el cuidado de la audición debe iniciarse antes, por ejemplo, al evitar el uso de auriculares todo el tiempo y vigilar su volumen (no debe ser muy alto). Las audiometrías, cada tanto, son claves para tener monitoreada la salud de los oídos.

4. Obesidad
La obesidad es una enfermedad. Existe una gran confusión entre la obesidad y la pérdida de peso por motivos estéticos. Las personas obesas que han perdido peso tienen solo un 10% de probabilidades de mantenerse, especialmente sin medicación. Los trastornos alimenticios, la compulsión y el hambre emocional están muy ligados con el aumento de peso, que también se relaciona con problemas emocionales como la depresión y la ansiedad.

5.Diabetes
Hay un gran subregistro de casos de diabetes: alrededor del 50% de las personas que padecen la enfermedad no lo saben. Limitar el consumo de azúcar y carbohidratos refinados es clave.

6. Sedentarismo
El momento de comenzar es ahora, no importa la edad. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la práctica 150 a 300 minutos de actividad física aeróbica moderada por semana. Esto equivale a un poco más de 20 minutos al día, o 30 minutos de caminata enérgica cinco días a la semana.

7. Tabaquismo
El 14% de los casos de demencia pueden atribuirse al tabaquismo. Existe una asociación entre el consumo de tabaco y la progresión del Alzheimer, así como un empeoramiento de la demencia.

8. Exceso de alcohol
El consumo de más de dos dosis de alcohol diarios implica un riesgo comprobado de pérdida cognitiva. Una dosis equivale a 14 gramos de alcohol: 350 ml de cerveza, 150 ml de vino, 40 a 45 ml de destilados.

9. Depresión
Según la OMS, los casos de ansiedad y depresión en el mundo aumentaron un 25% después de la pandemia. La depresión se considera un factor de predisposición aislado para el Mal de Alzhéimer, pero juega un papel importante incluso si el paciente no tiene ninguno de los otros factores.

10. Aislamiento social
El aislamiento juega un papel en la progresión del Alzhéimer. La interacción social y el trato regular con amigos y familiares son fundamentales.

11. Contaminación del aire
Evitá correr o hacer deportes en lugares con mucho tránsito y contaminación. Tratá, siempre que sea posible, de estar en contacto con la naturaleza.

12. Traumatismos craneales Golpes en la cabeza (en accidentes o deportes como el fútbol y el boxeo) pueden causar lesiones en la masa encefálica, aumentando el riesgo de demencia. Racovski destaca una novedad: estudios recientes relacionan la pérdida del olfato con la disminución del rendimiento cerebral y la cognición.