En setiembre se realizará una plantación colaborativa de árboles nativos en distintas escuelas rurales de Uruguay. La iniciativa es organizada por los uruguayos Diego Ruete y Aler Donadio, integrantes de Ashoka, una organización global sin fines de lucro que se dedica a promover el emprendimiento social y el cambio sistémico.

Ruete y Donadio, que además de ser miembros de Ashoka también son parte de la fundación ambiental Instituto del Río Negro (INDRA), se unieron al sanducero Martín Mendaro, director del proyecto ReNacer, que trabaja junto a privados de libertad de la cárcel de Paysandú sembrando árboles.

El desafío será llevar al menos 60 árboles nativos a 60 escuelas rurales de distintas partes de Uruguay.

Los uruguayos extendieron la invitación a otros miembros de Ashoka de distintas partes del mundo, por lo que es probable que por esos días también se sumen otros países a la movida.

Foto: Diego Ruete

La iniciativa conjunta refleja el compromiso de quienes llevan adelante la instancia, que se basa en promover el desarrollo sostenible y fortalecer las comunidades rurales en Uruguay.

Plantar un árbol es mucho más de lo que se puede y suele pensar. Va más allá de lo lindo que pueda lucir cuando crezca, de los frutos o la sombra que dará.

“La plantación de estos árboles nativos en escuelas rurales tiene un impacto significativo, tanto en la conservación del medio ambiente como en la educación de los niños en temas de sostenibilidad y la importancia de la naturaleza”, señaló Ruete, cocinero y educador preescolar.

Yagregó que esta acción fomenta un sentido de arraigo y conexión con el entorno natural, fortalece el vínculo de las comunidades rurales con su entorno y promueve la conciencia ambiental.

Ibirapitás, Ceibos rojos y blancos, Arazás, Pitangas, Timbós, entre otros, comenzarán a crecer en varias escuelas rurales y está presente la idea de expandir el proyecto de aquí a setiembre. Ruete contó que planifican extender la movida a todo el Uruguay para hacer llegar semillas de árboles nativos a todas las escuelas que quieran plantar.

Quienes quieran colaborar con el proyecto tienen varias formas de hacerlo. En estas semanas los organizadores ya consiguieron algunos materiales necesarios, como por ejemplo recipientes que se utilizan a modo de macetas para producir árboles, y ahora requieren es trasladarlos desde Montevideo y otras zonas del país, hasta Paysandú.

También pueden donarse palos y nylon para construir mas invernáculos en la cárcel de Paysandú y se acepta la colaboración de quienes puedan trasladar, a futuro, a los pequeños árboles desde Paysandú hacia las distintas escuelas rurales.

Ashoka es una organización internacional sin fines de lucro, fue fundada en 1980 por Bill Drayton.

Se convirtió en una de las principales redes de emprendedores sociales en el mundo y su iniciativa se centra en identificar y apoyar a individuos emprendedores sociales, a quienes llaman fellows Ashoka. Los miembros son líderes visionarios que desarrollaron soluciones innovadoras y sostenibles para abordar problemas sociales y ambientales en sus comunidades.

La organización les brinda apoyo financiero, acceso a una red global de emprendedores sociales y recursos estratégicos para ampliar el impacto de cada uno de sus proyectos.

La acción de los fellows de Ashoka programada para la semana del 16 de septiembre es una actividad que simboliza la diversidad de proyectos en los que trabajan y refuerza el sentido de comunidad y colaboración. “El árbol es un símbolo de crecimiento, conexión con la naturaleza y arraigo, y refleja la identidad de Ashoka y su compromiso con el cambio positivo”, señaló Ruete.

La plantada de árboles nativos representa el valor de la diversidad y la conexión entre los emprendedores sociales con los que trabaja la organización, promoviendo el intercambio de conocimientos y experiencias.

Además, esta acción también busca generar conciencia sobre la importancia de proteger el medio ambiente y fomentar prácticas sostenibles.