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El perejil posee propiedades medicinales que lo convierten en un gran aliado para la salud, en especial para los riñones y los huesos. El perfil nutricional de esta aromática es impresionante y sus beneficios no se limitan solo a la gastronomía.

Una de las propiedades más destacadas del perejil es su capacidad diurética, lo que significa que ayuda al cuerpo a eliminar el exceso de líquidos y toxinas, favoreciendo la función renal. Según el sitio especializado Mejor con Salud, sus compuestos activos, como los flavonoides y la miristicina, promueven la eliminación de desechos, aliviando la carga sobre los riñones. Además, al mantener estos órganos en constante actividad, el perejil contribuye a prevenir la formación de cálculos renales, un problema común que puede afectar gravemente la salud.

Su capacidad antiinflamatoria también resulta útil en casos de infecciones urinarias, ya que ayuda a limpiar el tracto urinario y a mantener los riñones en óptimo estado. Incorporar perejil en la dieta diaria no solo es una opción saludable, sino que también puede actuar como una barrera natural contra afecciones renales.

El perejil también se destaca por su aporte a la salud ósea, gracias a su contenido de vitamina K, un nutriente esencial para la correcta fijación del calcio en los huesos. Según Medical News Today, consumir tan solo diez ramitas de perejil cubre la dosis diaria recomendada de esta vitamina, lo que puede marcar una gran diferencia en la prevención de enfermedades como la osteoporosis. El calcio y el magnesio, ambos presentes en el perejil, trabajan en conjunto para fortalecer la estructura ósea, mejorar la densidad y reducir el riesgo de fracturas.

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La vitamina A, otro componente esencial del perejil, también juega un rol crucial en la reparación de tejidos y la formación de huesos, asegurando que estos se mantengan fuertes y saludables.

Para obtener todos los beneficios del perejil, es importante consumirlo fresco, ya que la Fundación Española de Nutrición advierte que esta hierba puede perder fácilmente sus propiedades si se almacena durante mucho tiempo o se cocina en exceso. Una opción sencilla es añadir perejil fresco a las ensaladas, sopas, guisos o incluso preparar infusiones. También es ideal para usarlo como guarnición en carnes y pescados, lo que no solo eleva el sabor de los platillos, sino que también añade un toque saludable.