Director de Análisis e Investigación en gormanlee.com
Desde su primera edición en 2006, el World Happiness Report se ha transformado en un referente clave para medir el bienestar de las sociedades a nivel global. Este índice, que se basa en factores como el PBI per cápita, el apoyo social, la esperanza de vida saludable, la libertad para tomar decisiones, la generosidad y la percepción de corrupción, permite analizar la evolución de la felicidad en cada país.

El último informe, difundido el 20 de marzo, otorga a Uruguay un puntaje de 6.661 sobre 10. Con este resultado, el país se ubicó como el 28° más feliz del mundo y el tercero de América Latina, por detrás de Costa Rica (6°) y México (10°). En términos comparativos, el nivel de felicidad actual de los uruguayos es similar al de los polacos (6.673), taiwaneses (6.669) y kosovares (6.659).

En el caso de Uruguay, el análisis de su desempeño en este ranking a lo largo de casi dos décadas nos muestra tendencias interesantes sobre el estado de bienestar en el país. A lo largo de los años, el puntaje de Uruguay ha oscilado entre un mínimo de 5.664 en 2008 y un máximo de 6.671 en 2022. Su mejor posición en el ranking global se dio en 2015, cuando ocupó el puesto 20 con un puntaje de 6.628. En contraste, su ubicación más baja fue en 2010, cuando se situó en el puesto 40 con un puntaje de 6.062.

Uno de los aspectos más llamativos es la estabilidad relativa de su puntaje, con variaciones moderadas si se comparan con otros países de la región. Uruguay ha mantenido un promedio superior a los 6 puntos desde 2006, con un incremento gradual hasta alcanzar su punto más alto en 2022. A partir de entonces, ha experimentado una leve caída en 2024 (puesto 35 con 6.649 puntos), aunque en 2025 logró mejorar su posición al puesto 28 con el puntaje ya mencionado: 6.661.

ANDRES STAPFF/REUTERS

Como ya hemos hecho en otra oportunidad, resulta útil establecer un promedio de felicidad por gobierno. Ese ejercicio nos da una media de 6.111 puntos durante el primer gobierno de Tabaré Vázquez (2005-2010), 6.417 para el de José ‘Pepe’ Mujica (2010-2015), 6.434 para el segundo gobierno de Tabaré (2015-2020) y 6.549 para el gobierno que acaba de terminar, el de Luis Lacalle Pou (2020-2025). Independientemente de las comparaciones, lo verdaderamente importante que nos muestran estos números es que, a pesar de las fluctuaciones anuales, la percepción de felicidad en Uruguay ha venido creciendo sostenidamente a lo largo de los distintos gobiernos.

La receta del éxito de Uruguay en este ranking se basa en los mismos pilares que sustentan su buen desempeño en otros índices: una democracia consolidada, una baja percepción de corrupción en comparación con sus vecinos y un sólido sistema de protección social. Sin embargo, la leve caída observada en los últimos años también refleja algunos desafíos, como la superación de la pandemia, la seguridad y las preocupaciones económicas.