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¿Vale la pena consumir colágeno para retrasar los primeros indicios de envejecimiento?

No existe una poción mágica para el rejuvenecimiento. Sin embargo, es posible consumir alimentos con nutrientes que estimulen la producción de colágeno.

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Foto: Peak Px.

O Globo - GDA
Un día, notás algo diferente en la capa que recubre tu cuerpo: aparecen líneas en la frente o alrededor de los ojos, parece que tu rostro se derritió con la acumulación de piel debajo del mentón. Al darte vuelta, también notás que los glúteos están más flácidos. El cabello está más fino y las uñas, quebradizas.

Para intentar calmar esta desesperación, entra en escena un suplemento que promete devolver la elasticidad y mejorar la apariencia de la piel: el colágeno. Y algunas de las dudas que recibo diariamente de los pacientes son: ¿Tomar colágeno hace bien? ¿Es necesario? ¿Funciona? ¿Rejuvenece?

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Foto: Pexels.

El colágeno es una proteína estructural producida naturalmente por nuestro cuerpo (a partir de aminoácidos obtenidos de la digestión de alimentos proteicos) por células llamadas fibroblastos, que actúan en la formación del tejido conjuntivo, la piel, las articulaciones, el tejido intestinal y los huesos, principalmente. Aunque nutricionalmente se considera de baja calidad por no tener todo el perfil de aminoácidos que nuestro cuerpo no puede producir, conocidos como aminoácidos esenciales, constituye el 30% o más del total de proteínas del organismo.

Estética de la piel
El colágeno en el debate sobre el retraso del envejecimiento.
Foto: Rawpixel.

Existen más de 28 tipos de colágeno, siendo los más "famosos" el colágeno tipo I, que es el más abundante y está presente principalmente en la piel, tendones y huesos, y el colágeno tipo II, relacionado con las articulaciones. A partir de los 25 años, ocurre una reducción progresiva, disminuyendo aproximadamente un 1% de la producción de colágeno por año, y aumentando su degradación. Este proceso se ve agravado por el envejecimiento causado principalmente por la exposición al sol, el tabaquismo, cambios hormonales como la menopausia, enfermedades crónicas, dieta y contaminación.

Entonces, ¿la solución estaría en las gominolas, polvos, bebidas o cápsulas? No es tan simple. El colágeno presente en algunos suplementos se extrae de animales en forma de molécula grande, que debe ser descompuesta, a través de un proceso llamado hidrólisis, en partículas más pequeñas, los péptidos, para que sea mejor absorbido por el organismo.

A pesar de que la suplementación con colágeno es segura, no existe un consenso entre dermatólogos sobre su eficacia, y las investigaciones científicas muestran que no es exactamente milagrosa.

Un artículo científico publicado en el "Journal of Drugs in Dermatology" en 2021 mostró que existen evidencias que sugieren ciertos beneficios para la salud, como la mejora en la hidratación, firmeza y elasticidad de la piel. Sin embargo, es importante notar que los resultados varían según el tipo de suplemento, la dosis, la duración del uso y las características individuales de cada persona, además de estar siempre asociados con la vitamina C y el silicio, que es un mineral bastante importante para la síntesis de la proteína, además de otros antioxidantes asociados.

En relación a los beneficios de la suplementación de colágeno tipo II para las articulaciones, la Sociedad Brasileña de Reumatología publicó en 2016 que hasta ese momento no había comprobación científica de sus beneficios para las articulaciones.

Por lo tanto, no existe una poción mágica para el rejuvenecimiento. Pero es posible consumir alimentos con nutrientes que estimulen la producción de colágeno. El pescado, el pollo, los huevos, los lácteos, y las leguminosas combinadas con cereales contienen los aminoácidos que el cuerpo utiliza para producir colágeno. Las vitaminas son esenciales para el mantenimiento del colágeno: la vitamina C desempeña un papel crucial en la estabilización y estructuración del colágeno.

Además, posee propiedades antioxidantes, combatiendo los daños causados por los radicales libres e inhibiendo la expresión de enzimas que degradan el colágeno. El retinol, que es la forma activa de la vitamina A, tiene un papel esencial en la regulación de la expresión de los genes de colágeno, así como en la síntesis de elastina. Además, la vitamina A ayuda a prevenir la degradación del colágeno, promoviendo así la salud y la elasticidad de la piel. Puede encontrarse en crustáceos, granos integrales, frutos secos, frutas y vegetales.

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