The New York Times
Los bebedores de cerveza tienen dietas de menor calidad, son menos activos y es más probable que fumen en comparación con quienes beben vino, licor (o sea algún tipo de bebida destilada como ron, whisky, ginebra o vodka, entre otras) o una combinación de estos, encontraron los investigadores.
Estos factores de estilo de vida pueden tener un gran impacto en la salud de las personas que ya están consumiendo demasiado alcohol y corren el riesgo de desarrollar enfermedades hepáticas, dijo la investigadora principal de un estudio reciente llevado a cabo en Estados Unidos, la médica Madeline Novack.
Para el estudio, los investigadores analizaron datos de encuestas nacionales a más de 1.900 adultos que beben alcohol. Los participantes respondieron preguntas detalladas sobre sus hábitos alimenticios.
Aproximadamente el 39% dijo que solo bebía cerveza, el 22% solo vino, el 18% solo licor y el 21% una combinación de tipos de alcohol, señalaron los investigadores.
Ninguno de los bebedores alcanzó el puntaje de 80 que se considera una dieta adecuadamente saludable en el Índice de Alimentación Saludable de 100 puntos.
Los bebedores exclusivos de cerveza obtuvieron el puntaje más bajo con 49, los bebedores de vino con 55 y los de licor o combinaciones de bebidas alcohólicas, casi 53, dijeron los investigadores. Además, los bebedores de cerveza reportaron la mayor ingesta calórica total diaria y el menor nivel de actividad física.
Las diferencias en la dieta podrían deberse a los tipos de alimentos que suelen acompañarse con cada tipo de alcohol, explicó Novack.
La cerveza tiende a servirse con alimentos bajos en fibra y altos en carbohidratos que contienen carnes procesadas. Por otro lado, el vino a menudo se acompaña de comidas que contienen carne, vegetales y lácteos, señaló Novack.
También podría ser que ciertos alimentos fomenten la sed por algunas bebidas alcohólicas en particular, añadió Novack. Por ejemplo, los alimentos fritos o salados podrían generar sed por cerveza en lugar de vino o licor.