Vitamina D: por qué es importante consumirla y qué riesgos se corre al no hacerlo en cantidades adecuadas

Se trata de un compuesto cuyas cantidades recomendadas de ingesta no son cumplidas por muchas personas, por lo que se puede optar por suplementos, aunque se puede obtener de diversas formas.

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Suplementos vitamínicos.
Suplementos vitamínicos.

Redacción El País
La vitamina D es un compuesto esencial para el mantenimiento de huesos fuertes y saludables. Su deficiencia puede provocar la pérdida de densidad ósea, con la que los huesos se vuelven frágiles y pueden deformarse. Más allá del impacto en el sistema óseo, la vitamina D tiene un papel relevante en procesos como la producción de insulina y la función inmunológica.

La dieta de muchos adultos no alcanza las recomendaciones de ingesta de vitamina D, pero la exposición solar puede contribuir a suplir esta carencia. De todas formas, ciertos grupos de población como personas mayores de 65 años, las personas obesas y aquellos con piel más oscura, podrían presentar niveles más bajos de vitamina D por su dieta limitada en este nutriente, su escasa exposición al sol y otros factores, indicó Katherine Zeratsky, nutricionista de Mayo Clinic..

La ingesta diaria sugerida para adultos se sitúa en 600 unidades internacionales (UI) de vitamina D y aumenta a 800 UI para individuos mayores de 70 años. Se recomienda optar por alimentos como pescados grasos, como el salmón, la trucha o el atún, y aquellos fortificados, como la leche o el yogur, para alcanzar los niveles ideales de consumo.

A pesar de la relevancia de la vitamina D, es importante no superar los límites saludables del consumo. Contar con altos niveles de esta vitamina no han demostrado beneficios sustanciales; al contrario, pueden asociarse con otros problemas de salud. Si existen dudas acerca de la ingesta adecuada de vitamina D, es recomendable consultar con un médico acerca de la dieta y la posibilidad de integrar suplementos vitamínicos, recomendó Zeratsky.

Además, la vitamina D regula la absorción de calcio en el tracto intestinal, ayudando así a la formación y al mantenimiento de huesos sanos. Sin suficiente vitamina D, el cuerpo no puede formar suficiente de la hormona calcitriol (conocida como la forma activa de la vitamina D), lo que a su vez conlleva a insuficiente absorción de calcio de la dieta. En este contexto, el cuerpo debe tomar el calcio de sus reservas en el esqueleto, lo que debilita los huesos existentes.

La vitamina D también ha sido relacionada con la mejora de la función muscular, reduciendo el riesgo de caídas, especialmente en la población anciana. Con la edad, la capacidad de sintetizar vitamina D a partir de la exposición al sol disminuye y el riesgo de deficiencia aumenta, junto con el riesgo asociado de debilidad ósea y muscular.

Para aquellos con limitada exposición al sol, ya sea por factores geográficos, estilo de vida o condiciones médicas que impiden una adecuada síntesis de vitamina D a través de la piel, la suplementación puede ser una estrategia clave para mantenerla en niveles suficientes. Los profesionales de la salud pueden evaluar individualmente los casos y sugerir la dosis adecuada si los cambios en la dieta o el estilo de vida no son suficientes.

Este contenido fue hecho con la asistencia de inteligencia artificial y verificado por un periodista de El País.

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