Muchas terapias complementarias trabajan con los chakras o centros de energía del cuerpo. Alinear los chakras significa, entonces, equilibrar la energía vital para mejorar nuestra calidad de vida.

Marianella Ruíz, terapeuta holística de Illari Perú, comenta que este tipo de terapia se usa para liberar bloqueos energéticos, cerrar fugas de energía y trabajar en la sanación del cuerpo interior y en la liberación mental, energética, emocional y física.

“Es un proceso de contención amoroso en el que el terapeuta tiene que estar acompañando al paciente. Si aparece alguna sensación o cambio, el paciente lo va diciendo”, explica Ruíz.

El cuerpo tiene siete chakras que están conectadas por la denominada Línea Hara. Existe una zona llamada el Tan Tien, situada entre 2.5 y 4 cm abajo del ombligo, que nos conecta a la central energética de la tierra y con el cielo, pero para que eso suceda debe estar siempre correctamente energizado, señala Ruiz.

1. Raíz: Se encuentra en la base de la columna vertebral y nos mantiene física y emocionalmente estables. Cuando se trabaja, nos hace sentir satisfechos a nivel vital y material; nos proporciona seguridad emocional. A nivel físico, se relaciona con el intestino, las piernas, los pies y la base de la columna vertebral. Cuando se bloquea, podemos sentir culpa y miedo.

2. Sacro: Se ubica en el abdomen, debajo del ombligo. Es el chakra de la sensualidad y las emociones. Físicamente, está representado en las caderas, los genitales, el sistema reproductivo, los riñones y la vejiga. Si se trabaja, se permite la apertura a nuevas experiencias y nos ayuda a aceptar el cambio. Cuando está bloqueado, puede estar relacionado con sentimientos de represión y puede reflejarse en excesos o adicciones.

3. Plexo Solar: Se encuentra a la altura de la boca del estómago y representa el poder personal y la autoconfianza. Este chakra nos ayuda en la toma de decisiones, a enfrentarnos a los riesgos y a establecer nuestros límites y necesidades personales en relación con los demás. Sus funciones se relacionan con el sistema digestivo y con la transformación. Cuando está bloqueado, pueden aparecer enfermedades en el sistema digestivo como úlceras, acidez y dolor de estómago, así como fatiga crónica. A nivel emocional, uno se puede sentir inferior a los demás, inseguro, con falta de confianza e insatisfecho con uno mismo, o también exceso de ego y problemas de estrés.

4. Corazón: Este chakra es muy sentimental, expresa amor hacia los demás y la apertura hacia la vida. Por eso, se ubica en el centro del pecho. Actúa como punto de conexión y equilibrio entre el mundo físico y espiritual, además, está conectado con el sistema respiratorio. Cuando está cerrado, pueden aparecer enfermedades cardíacas o coronarias. En el plano emocional, puede costarnos relacionarnos de forma sana y sentirnos libres de abrirnos al exterior.

5. Garganta: Como su mismo nombre lo dice, se encuentra en la garganta. Está asociado a la comunicación, la trascendencia y purificación, y nos ayuda a ocupar nuestro rol en la sociedad al cumplir objetivos y metas. Cuando trabajamos con este chakra, se activa la energía necesaria para la escritura, el canto, el habla y la escucha. Cuando está bloqueado, pueden aparecer problemas en la garganta y la voz. Además, se dificulta la comunicación con otros y crece el temor a expresarnos por miedo a tener problemas.

6. Frente: Es el chakra del tercer ojo y se ubica en la zona de la frente entre ambos ojos. Se conecta con el pensamiento y la intuición. Está relacionado con la glándula pineal y el contacto con otras formas de conciencia. Este chakra nos ayuda a mejorar la memoria, la capacidad de concentración y la intuición. Si está bloqueado, no permite desarrollar la imaginación, la creación artística, los sueños y el poder de visualizar.

7. Coronilla: Está ubicado en la parte de arriba de la cabeza y se relaciona con la espiritualidad. Este chakra es de la conciencia pura, sus elementos principales son la luz interior, la voluntad y el pensamiento que tiene el poder de la mente. Cuando este chakra se bloquea, nos lleva a ser más rígidos con las creencias y eso dificultará el crecimiento personal de cada persona.

(Por El Comercio GDA)