El año de Herrera

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Este año se cumplirán el 150 aniversario del nacimiento de Luis Alberto de Herrera y los 130 años de su primer discurso y de sus iniciales trabajos periodísticos.

Será muy significativo no solo para los blancos, sino para el Uruguay todo, y en consecuencia habrá una agenda cargada de iniciativas que recordarán al Jefe Civil del Partido Nacional.

No vale la pena reiterar tantos hitos que marcan la rica peripecia vital de Herrera, pero si decir que en 2023 debemos poner el foco en volver a visitar la obra de Herrera el pensador, de Herrera el revolucionario, de Herrera el hacedor, de Herrera el disruptivo, y sobre todo de su legado indeleble. En tanto este es hoja de ruta del presente y del futuro.

Luis Alberto de Herrera destaca fundamentalmente por su coherencia, y esta es una línea que se recorre fácilmente en sentido de ida y de vuelta al analizar su vida pública, sus escritos, y los principales hechos que marcaron su existencia. Coherencia que, además, todo el Partido Nacional ha capitalizado como virtud distintiva.

Es así como el Herrera pensador nos regala una obra que se ha constituido en la columna vertebral del pensamiento blanco y nacionalista, de la que se han nutrido todas las corrientes de ideas de nuestro partido, basada en el respeto del Estado de Derecho, el cuidado de la dignidad del hombre, y de su libertad.

El Herrera revolucionario, nos deja fundamentalmente el ejemplo de su férrea voluntad en busca de mejores instituciones.

Su participación en las revoluciones de 1897, y de 1904 marcada por su entrega al renunciar a su cargo de diplomático diciéndole a Batlle y Ordoñez: “En estos instantes se derrama la sangre preciosa de adversarios y también de compañeros cuya suerte, buena o mala, yo también quiero correr.”

Herrera el hacedor, nos pone la vara alta a los blancos, porque se constituye en un modelo de militancia.

Un ejemplo de compromiso sin medida para con el partido que arranca en el inicio de su vida, y que solo finaliza con su último suspiro, posterior a la gran victoria de la que fue artífice. “El Partido Nacional, el Partido Nacional…”.

Yo, soy fan de Herrera el disruptivo. Porque ese carácter innovador, que inspira un sinfín de soluciones para cada problema, que genera ideas nuevas, que busca donde nadie ha buscado, que tiene vocación de descubrimiento, es quizá junto con el apego al Estado de Derecho y la defensa de la libertad, la característica herrerista más importante.

Es así que el legado indeleble de Herrera marcado por su pensamiento, su afán revolucionario en busca de más democracia e institucionalidad, su incansable acción, su inagotable capacidad disruptiva para resolver problemas, son aún hoy marcas registradas que aportan mucho a la patria desde nuestra casa.

Se constatan en la obra del mejor gobierno que tuvo el país en el siglo XX entre 1990 y 1995, y se viven en este Uruguay más libre y próspero que disfrutamos y construimos junto a la coalición de gobierno liderada por el Partido Nacional desde 2020. Con la quilla del barco bien hendida en las aguas embravecidas.

Nos marca además la responsabilidad de estar atentos a cumplir con el sentido de urgencia, a hacer ya lo que la Patria requiere en lo que nos queda de tiempo, y sin duda, nos conmina a ganar las próximas elecciones.

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Tomás Teijeiro

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